miércoles, 26 de octubre de 2011

Galileo Campanella: "Si Aznar fuera gay no sería un personaje de mi novela"




Galileo Campanella es el seudónimo tras el que se atrinchera el autor de "Heliópolis: El Blues del Hada Azul", la novela que triunfa abriéndose paso a codazos en la red. Una obra diferente, una historia dentro de otra, un cuento de hadas 2.0. Pregunto si puedo utilizar su nombre real. "No. Soy Galileo Campanella. El otro señor no tiene ningún interés".

He leído por ahí que Heliópolis es una novela escrita desde el colectivo GLTB (gays, lesbianas, transexuales y bisexuales). Explícame eso.

Sí, no basta con que yo sea un "militante" del movimiento para acalarar la situación. Además, a nadie le importa con quién me acuesto o dejo de acostarme, exceptuando a mi pareja, lo cual es comprensible. Creo que el movimiento LGTB (o GLTB, como se ofenda a menos gente) ha producido "conocimiento" de interés en los últimas décadas. Esto se debe a que los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, por el mero hecho de serlo, suelen tener que cuestionarse ciertos temas: "¿Por qué no puedo ser quien soy?, ¿por qué no tengo los mismos derechos que un heterosexual? ¿Por qué debo creer en tal o cual religión, cuando las mismas condenan mi naturaleza?" Así pues, después de décadas, hay aportaciones que creo importante hacer llegar a un público tan amplio como sea posible. Si me tomara esto a broma, diría que soy el Prometeo gay.

A eso iba. Yo soy heterosexual y estoy leyendo tu novela. ¿No debería estar haciéndolo?

La discreción sobre si deberías o no leer Heliópolis no tiene que ver ni con tu orientación sexual ni con tu edad, sino más bien con tu tolerancia a una literatura que me gusta calificar como "diferente". Escribí con la intención de que me leyeran tantas personas como fuera posible (ahora llaman a esto "literatura crossover"). En resumen, no sé si deberías o no leer mi libro. Sólo sé que "puedes", y definitivamente, que me encanta que lo hagas.

¿Qué es lo que hace de Heliópolis una obra diferente?

Pues mira: cuando afronté la tarea de escribir Heliópolis, pensé: "¿Cuál es el tema más difícil del que podría hablar a un niño?" Obviamente, no soy el primer escritor que se plantea esta pregunta, ni el único que ha plasmado la respuesta en una novela. Se ha escrito tanto sobre la muerte, por ejemplo, que ya casi ha perdido el sentido. Para mí, el tema más difícil era la transexualidad; y así comenzaron a sucederse otros personajes e historias complementarias en torno a un protagonista que viviría como una odisea su lucha por llegar a ser quien realmente es. Pronto aparecieron la inmigrante ilegal y Cenicienta, la Bella Durmiente adicta a los narcóticos, el Geppetto con depresión y otros tantos secundarios que dan vida a la trama. Probabalemente la primera y gran diferencia de Heliópolis es que parte de la base de que los temas tabú, precisamente por serlo, son de los que deberíamos hablar a los niños, a los jóvenes y a otros adultos.

Eso nos lleva de vuelta al principio. ¿Un cuento de hadas es una obra gay?

No lo ha sido por tradición, pero ¿por qué no podría serlo? Los cuentos de hadas deben actualizarse para hablarnos de la cotidianidad que vivimos, o en su defecto, dar paso a nuevas historias que respondan a nuestra realidad.

Desde la militancia en los colectivos GLTB siempre se habla de "normalizar". Sin embargo, parece que los personajes de tu obra están sacados de un "universo Chueca".

Bueno, es imposible prescindir de algunos estereotipos para describir más fácilmente la realidad. En Heliópolis existe un sesgo importante a la hora de hablar de la mujer transexual, por ejemplo, ya que los personajes de las tres Hadas trabajan en el mundo del espectáculo. En la realidad, la mujer transexual juega un papel muchísimo mayor en la sociedad. Probablemente allí habría llegado mi novela de haber podido tener una extensión ilimitada; sin embargo, a efectos narrativos opté por recurrir a imágenes más comunes. Por otro lado, los personajes homosexuales de la novela (los Tres Osos de Ricitos) son menos arquetípicos. Responden, en tal caso, al "moviemiento bear" dentro del colectivo GLTB, que dista mucho del gay más frecuentemente presentado en el cine, la televisión o incluso la literatura. A pesar de todo, creo que Heliópolis sí ayudará a normalizar (una palabra odiosa, pero muy necesaria). La prueba la tengo en los lectores más jóvenes que están siguiendo la publicación online de la lectura; están mucho menos interesados en una concecpción de Azul como personaje transexual, que en si podrá o no alcanzar su sueño de convertirse en Hada.

A propósito de la imagen que se da del gay en el cine o en la televisión: tomo como ejemplo la serie Aída, aunque hay muchos más. Los dos personajes gays son dos locas que se pasan las horas chillando y dando saltitos. ¿Eso normaliza?

No, eso hace que el personaje gay (y por tanto, su referente real más aproximado) pierda interés, lo cual tampoco está mal. No creo que un personaje, y mucho menos una persona, deba llamar la atención por su sexualidad o sus maneras. La repetición ad nauseam de un arquetipo consigue que pierda su sentido... como la "literatura juvenil que trata ¡oh sorpresa! el tema de la muerte". Normalizar implica presentar variaciones sobre una idea, demostrar que un pino, un ciprés y una secuoya son todos árboles a pesar de sus matices; normalizar es dar importancia a las cosas que realmente la tienen. En Heliópolis, la transexualidad es verdaderamente algo irrelevante; lo único que importa es "el viaje" en el que se embarca la protagonista.

¿Pertenecemos a una minoría los que creemos que nadie debería tener más derechos ni menos que los demás?

Bueno, hay que aclarar que otras personas, al igual que tú, podrían pensar lo mismo, que todos deberíamos tener los mismos derechos..., y sin embargo, un razonamiento equivocado, una creencia moral o religiosa, o incluso un simple prejuicio podría llevarla a pensar que dos hombres (o tres, como en la novela) no deberían tener el derecho a adoptar, porque "no sería lo mismo que una familia formada por un padre y una madre". La gran mayoría de la gente se siente "justa". Ahora, en la interpretación de esa justicia, aún son pocos (una minoría, sí) los que reconocen la igualdad o la diferencia allí donde están, porque el concepto de justicia es, en realidad "tratar igual a los iguales, y diferente a los diferentes".

Yo os conozco, a ti y a tu pareja. En una ocasión coincidimos en Madrid tomando vinos en la presentación de la novela de Victoria Evita, y por mucho que me fijé en vosotros, no encontré las diferencias.

¡Lo mismo nos ocurrió a nosotros! Esperábamos, no sé, que fueras más aficionado al bricolaje...

¿Cómo lleváis lo de Esperanza Aguirre?

¿Te refieres a su existencia? La padecemos, igual que la del resto de políticos y comunicadores (tertulianos, periodistas...) que utilizan su presencia en los medios y su poder de acción para atentar contra la igualdad, o para ganar un puñado de votos a partir de argumentos como que "estamos destruyendo el concepto de matrimonio". Pienso en Jiménez Losantos, en Ana Botella y en toda esa colección de personajes que le restan un año de progreso a España cada vez que abren la boca. Sin embargo, están en su derecho de opinar. Yo también estoy en el mío, y desde mi pequeña parecela procuraré hacer lo que pueda para proporcionar a mis lectores una alternativa al retroceso. Supongo que esa alternativa será hacia adelante, aunque también me planteo ir hacia los lados. Cualquier cosa con tal de no dar pasos atrás.

Tu libro lo está leyendo mucha gente. Las visitas a tu web suben como la espuma. ¿Es una prueba de que los editores se han equivocado?

Aún no puedo afirmar eso, pero creo que pronto podré hacerlo. Estoy convencido de que se equivocaron al afirmar que "no hay mercado" para una obra así. Las pequeñas editoriales del colectivo GLTB están pasando por una crisis importante, debido a la espectacular pérdida de lectores que han sufrido en los últimos años. Parte de la solución (además de adaptarse a nuevos formatos, atreverse "en serio" con la publicación digital, apostar por obras con un mínimo de calidad...) pasa por ofrecer obras diferentes a un público mucho más amplio. Y por otra parte, las librerías están siendo inundadas de obras editadas por las grandes editoriales, que parecen competir por ver cuál es la menos original. Las "modas" en la publicación son tremendamente peligrosas. En el cine y en la televisión puede darse la coincidencia de dos o tres series de vampiros a la vez, pero el propio coste de las producciones evita una epidemia. En el caso de la literatura, esto no se da; una librería puede acabar enterrada en una montaña de libros producto de una moda en cuestión de meses, y esto cansa al lector. Lo aburre, y no hay nada más grave que eso.

Para acabar, dame un titular impactante. Tú que tienes información de primera mano, ¿es gay Aznar? Dime que sí aunque sea mentira.

Mira, si Aznar fuera gay, sería el único personaje al que no retrataría en mi libro. Hasta la fecha, he definido la novela con el titular "¿Sabías que el Hada Azul de Pinocho nació siendo un chico?" Sin embargo, creo que los lectores me están demostrando una inteligencia mucho mayor. "Una novela sobre el Hada Azul de Pinocho como personaje transexual triunfa entre niños y jóvenes" Ese titular sería mucho más acertado a día de hoy.


16 comentarios:

  1. Insuperable la selección musical: me rindo.

    Desgraciadamente al final no estoy leyendo esta novela pero sólo porque me cuesta mucho leer textos largos en pantalla, y eso que tengo enlazado el Heliópolis en mi blog. Tengo que leerlo.

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  2. Gata, el que se rinde soy yo. Para una vez que apruebas la música no es una elección mía. Le pedí a Campanella que eligiese él la canción. Así que te seguiremos necesitando.

    Y sí, tienes que leerlo.

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  3. Les he comentado la entrevista a mis hijos y sus amigos mientras se recreaban en el jardín, osea ahora mismo, y le han encontrado un hueco al sr. Aznar en la novela: Jefe de los guardias que vigilan el cumplimiento de las encorsetadas y arcaicas leyes, (cartas astrales modificadas, o no)

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  4. Encantada con la entrevista,Glub. Sigo la novela con mucho interés y es mi primera experiencia en esto de leer, no solo por capítulos y esperar a mañana para seguir la trama, (como antaño, que el mismo Dickens publicaba semanalmente sus novelas en los periódicos de la época) si no el hacerlo en un ordenador, me parece muy curioso.

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  5. También me agrada cómo escribe Campanella, pero confieso que no doy abasto con el ritmo de publicación, me lo estoy tomando con calma.
    Las selecciones musicales de GaCho han mejorado desde que desempolva en su blog a gente como Dylan ;-)

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  6. ¿Por qué siempre se ha pensado que puede resultar traumático hablar sobre los temas tabú con los más jóvenes? Estoy completamente de acuerdo con el entrevistado cuando afirma que es precisamente sobre esas cuestiones sobre las que hay que hablar abiertamente, y Campanella lo hace en su libro de una manera muy estética, original, divertida.

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  7. Gracias a todos.

    Phryne, vuelve pronto.

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  8. Estoy con Maru-Chan, voy a dedicar algunas horas libres a ponerme al día con Heliópolis, que la llevo con algo de retraso, tiene razón Manuel en que la frecuencia de publicaciones es excesiva, y también en lo de Gata, que mejora con el tiempo como los buenos vinos.

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  9. Hola:
    De partida diré que soy heterosexual pero al ser tratada toda la vida como diferente, por poseer algo de autismo y un sinfín de cosas que no vienen al caso, me siento tan bien con gente que tiene gustos tan distintos a los míos, la normalidad, aquella dictada por la mayor parte de la sociedad realmente me agobia.
    Siento que una pareja gay puede adoptar, están en todo su derecho y me guío por esta pregunta ¿es qué sale mejor en un matrimonio bien constituido? Yo crecí en una familia monoparental y vi entre el resto de mi familia que da lo mismo si creces en un hogar formal o con padres del mismo sexo, quién eres, cómo te formas es según el ejemplo de actitud y de trato que ves, la manera en que te enseñan, como percibes el mundo, quien eres en tu interior ¿si veo que mis padres son dos hombres o dos mujeres, terminaré siendo como ellos? Claro que no, quizás sea algo que vino de fábrica.
    Por mucho tiempo se ha debatido si el gay nace o se hace, pero no se habla nada de las secuelas que un chico así tendrá al negar quien es, el tener que esconderse por miedo al rechazo. Hay tanto odio, tanto resquemor hacia lo diferente. Una vez escuché decir que qué sería de la humanidad si todos se volviesen homosexuales: nos extinguiríamos. Una respuesta que carece bastante de originalidad, si me permiten decirlo.
    Y también conozco a un chico que fue descubierto por su familia, ¿la solución? Lo enviaron a un psicólogo, que no ayudó en nada, por supuesto y ahora dice que le contesta lo que quiere oír pero en mi familia sabíamos eso desde que él era pequeño.
    Personalmente, creía no ser capaz de tener hijos, ni poder pensar siquiera en la idea, ahora todo es distinto, ya no me asusta. Lo que si me encantaría es adoptar, aunque no encuentre un hombre adecuado, seré madre de un modo u otro. Por eso apoyo a esos tres osos de la novela, necesitan tanto dar amor. Hay tanta mujer hoy en día que abandona a sus hijos en basureros y que tal vez, no salgan del centro de adopción en el que seguro terminarán. La sociedad no mira más allá de sus hombros, ni saben el dolor que causan al seguir inculcando tantos prejuicios y lo más divertido es que esas personas se hacen llamar cristianas, cada vez que veo salir a alguien en televisión, me río a carcajadas, el descaro es demasiado.
    Con mis hermanas, vemos a mi madre y en verdad que más nos gustaría que hubiese sido lesbiana. Suena loco para el que no la conoce, pero verla perderse en esa fantasía adolescente y siendo arrastrada por el peor de los cerditos, es penoso. Antes, resultaba horrible, ahora que estamos crecidas lo soportamos mejor ya que cada cual decide tomar su camino.
    La novela de Azul me gusta, no sé si porque voy con la bandera de justiciera o porque he sentido en la piel lo que es ser visto como freak. Hace años que sé quién soy, no me considero especial ni mejor que los demás, a pesar que mi orgullo radica en mi inteligencia, más allá de eso solo soy una chica normal que cree en la libertad de expresión, en el vivir y dejar vivir, siempre y cuando no lastimes al que está a tu lado.
    Sólo eso y a seguir leyendo al señor Galileo.

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  10. Gracias a todos por vuestros comentarios, y muy especialmente a Rodrigo por una entrevista de lo más entretenida.

    Tendré en cuenta vuestras sugerencias. Ya he reducido significativamente la extensión de las nuevas entradas (dividiendo en más episodios cada capítulo), pero además es probable que deje de publicar algún fin de semana para dar tiempo a que los lectores se pongan al día. También me estoy planteando distintas alternativas para llevar la novela al papel...

    Por cierto, si os ha gustado, no olvidéis votar por la entrevista en meneame.net:

    http://www.meneame.net/story/g-campanella-aznar-fuera-gay-no-seria-personaje-novela

    ¡Y gracias de nuevo por leerme!

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  11. Gracias a ti, G. Campanella. Este género de la entrevista lo he cultivado muy poco. Creo que la última que había hecho fue por el año 1990, a un cura de Padrón y se publicó en "El Correo Gallego". Así que si no ha quedado del todo mal el mérito debe atribuirse al entrevistado.

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  12. Lo que jode es que la Aguirre no se anda con mariconadas espirituales, se le entiende todo. Ahora el problema es Espranza Aguirre, no lo es Zapatero, Gallardon ni Rubalcaba. Atacar a E.Aguirre deporte oficial de los progres whuais.

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  13. Maisi,el sentido de la pregunta, y supongo que el de la respuesta, era el trato discriminatorio que sufren los homosexuales por parte de gente como Esparanza Aguirre, que supongo que no compartes, aunque no lo sé.

    En cuanto a "mariconadas espirituales", si hay alguien en España que ande con "mariconadas espirituales", precisamente son los integristas ultracristianos como Esperanza Aguirre. Y de eso es de lo que se habla en esa parte de la entrevista, no de política.

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  14. Rodrigo, lectores y comentaristas:

    La campaña para llevar "Heliópolis: El Blues del Hada Azul" a las librerías españolas está al rojo vivo. Si visitáis el siguiente enlace, podréis colaborar a hacer posible este proyecto (que además tiene un componente humanitario: el libro será donado a 100 bibliotecas, y hará las veces de recompensa en la gran colecta de jueguetes para un orfanato en Guinea Ecuatorial, organizado por el dúo musical Ivanga Blue). A cambio recibiréis uno o varios ejemplares del libro, dependiendo de vuestra aportación:

    http://www.verkami.com/projects/1154-1o-edicion-de-heliopolis-el-blues-del-hada-azul

    ¡Gracias a todos de antemano!

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