Decía Zoltan, aquel sabio húngaro que vino a morir reflexiva y pausadamente a Pontevedra,
que adoraba la primera arquitectura románica, hecha en proporción a la
humanidad, mientras que el paso del románico al gótico, presente en
algunos tramos de la catedral de Compostela, tuvo una
consecuencia nefasta, no en la belleza de sus formas, mucho más
espectacular, sino en la desmesura de sus espacios, pues se comenzaron
a construir los templos a medida de Dios. Eso, según Zoltan, no es un
problema para Dios, a quien poco pueden preocupar las dimensiones de un
templo, pero sí es un problema, y grave, para los poderosos que lo
construyen, lo administran o simplemente lo utilizan, pues se endiosan
en cuanto ponen un pie en el interior de uno de esos templos grandiosos
o lo contemplan desde el exterior.
Ese efecto tan bien descrito por
Zoltan es el que debió sufrir Rajoy al venirse corriendo a Compostela para devolver a la catedral el Códice Calixtino,
como si lo hubiera encontrado él, o como si lo hubiese robado para
esconderlo en un trastero, que tiene más mérito. Es el mismo efecto que
experimentan los políticos en un campo de fútbol, que no deja de ser
otro templo hecho a imagen y semejanza de los dioses para servir a esa
nueva religión que es el fútbol. Así, también pudimos ver a Rajoy
haciendo cola para ser entrevistado por Sara Carbonerocuando la selección ganó la final. Sólo le faltó aparecer con una
camiseta sudada y declarar, justo antes de irse a bailar al vestuario,
que a pesar de haber metido él los cuatro goles la victoria era de todo
el equipo (...) Diario de Pontevedra. El efecto Zoltan.
http://diariodepontevedra.galiciae.com/nova/183364.html
Plas, plas, plas . (Parece, así escrito, que no tiene mérito, pero estoy haciendo ese ruido con las orejas).
ResponderEliminarNo caigo en quien es ese Zoltan con lo resabidilla que soy pero sus efectos me recuerdan a ese otro síndrome llamado síndrome de Stendhal o Florencia, que ya hay que ser bobo para desmayarse contemplando viejas piedras o pinturas, si aún fuese por una moza o buen mozo se entendería. Por si eso nunca visitaré la Galleria degli Uffizi, que ya avisan en la puerta de posibles desvanecimientos a los turistas y yo soy muy sensible. (Creo que esto no tiene nada que ver con el artículo, pero me acordé hilando hilillos)
ResponderEliminarCota, ¿cuándo nos tomamos esa cervecita y te doy el libro? Bueno contigo y mi dulce Manuel. Y si viene Femia ¡festa rachada!
Por mi, cuando digáis. Ahora sí, Tare, lo de Femia me da que va a estar dificilillo, y si no que lo diga el Jefe.
ResponderEliminarImpetuous! Homeric!
ResponderEliminarSara Carbonero: Rajoy ¿Le gustaría ser presidente de gobierno?
ResponderEliminarRajoy : ¿Eh ?