martes, 1 de enero de 2013

MOURINHISMO




Por Manuel Pérez Lourido.


Mourinho es entrenador de fútbol, portugués y triunfador. En esta primera premisa ya hay un par de datos paradójicos cuando no contradictorios. Aparte de Eusebio, y de eso hace mucho ya, se recuerdan a muy pocos portugueses en la cima futbolera. Figo dejó tan asombrados a todos que estuvo en el Barcelona, el Real Madrid y el Inter y se retiró con una pila de millones y una cacheira, como decimos por aquí. Cristiano Ronaldo, como ciber-jugador y ciber-humano que es, no cuenta como portugués. Cristiano Ronaldo tiene un nombre chocarrero, enigmático y hortera, a partes iguales de treinta y tres coma tres período por ciento, y sin embargo ha llegado a la cúspide balompédica a base de dotes atléticas, técnicas, dedicación y mala milk. A partes iguales también, seguramente. Pero estábamos con Mou, que gusta de acaparar la atención para que dejen tranquilos a sus polluelos y por que le da gustirrinín, todo hay que decirlo, que eso se ve a la legua. Sus detractores lo acusan de amarrategui, palabra proveniente del fútbol vasco y acuñada por Javier Clemente según creencia popular. Sus defensores prefieren decir que arma al equipo desde atrás, expresión que se puede prestar a interpretaciones diversas y algunas desafortunadas, como suele suceder si se menta la parte trasera en un ambiente futbolero como el de nuestro suelo patrio.

Bien es sabido que para muchos de nuestros conciudadanos la única patria es el fútbol y cada vez lo es menos. Es una patria victoriosa pero privatizada, triunfante pero endeudada, descollante pero artificial. Mou es un tipo chuleta e inteligente que pierde a veces por lo culpa de lo primero lo que merecidamente gana con lo segundo. Es obsesivo, sólo hace falta ver cómo viste, como los grandes entrenadores, como Capello, Van Gaal, Guardiola. En un deporte en el que tanto queda en manos de los pequeños detalles, tener un preparador que los desmenuce y domestique es jugar con un poco, o un mucho, de ventaja. Y a los obsesivos se les nota, primero, en la forma de arreglarse. No estoy diciendo que Del Bosque o Luis Aragonés (o Javier Clemente) no sean grandes entrenadores porque parecen jubilados de extrarradio saliendo del pryca. No. Creo que son grandes entrenadores aunque su praxis se ha quedado obsoleta, a la par que su vestimenta, pero explotan lo que saben por viejos más que por diablos (ejem, dejemos a Clemente fuera de esto) y su gran capacidad para gestionar grupos de jóvenes deportistas multimillonarios y conseguir que se junten en el común objetivo de jugar bien y ganar partidos, lo cual es difícil de carallo. Y pienso que de los tres, el vasco es el que más se asemeja a Mourinho por temperamento, luego Aragonés, y a Del Bosque lo situaría en las antípodas.

Todo esto viene a dar en la premisa de que se puede triunfar como entrenador de fútbol desde diversos puntos de partida. Yo me quedo con los que, a un paso del TOC, sea que se muestren desagradables o que orinen colonia, persiguen la perfección con una pasión contagiosa, indiferentes al recuento de los partidarios y detractores que generan. Esos líderes natos que, como Bielsa, son tan metódicos que acaban pareciendo iluminados y cuyo gran mérito es lograr convencer a sus futbolistas de que lo son y que ellos y sólo ellos los van a conducir hacia esa luz, que no es otra que el resplandor de los trofeos y del oropel de las medallas.
A Mourinho, portugués y triunfador, nadie le puede negar que ha sabido dirigir a varios equipos de élite con mano diestra hacia el triunfo. O con la siniestra, o con una de goma: no vengan ahora con aquello de que lo importante es participar, esa frase que inventó uno que quedó segundo.

2 comentarios:

  1. ¡Y qué guapo es Messi y lo bien que habla! Lo vi el otro día en portada de revista dominical y ni falta hizo que le entrevistaran, el fotógrafo que lo puso guapo ya contestó por él.

    ¿Ouién es Mou?

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  2. Aun no siendo madridista reconozco la imagen de clase y señorío que siempre tuvo el Real Madrid, hasta que llego Mou con sus paisanos Pepe y CR7 y aportaron marroñería, y esa imagen de chulo de playa tan especial que opaca a la de Sergio Ramos, Javi Alonso o Iker Casilas.
    Creo que ya se les acabó su etapa en el Madrid y ojalá elijan a un entrenador de clase.

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