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lunes, 2 de enero de 2012

Crónica de un escritor congelado IV



Obigado a sustituir a Femia Castradora, quien a saber por qué no ha cumplido esta semana. Femia lo exlpicará, sin duda.

Excursión a Naperville, cerca de aquí. Tres horas libres y tarde firmando papeles. Cada uno debe poner unas cien firmas. A fin de cuentas, digo yo, estamos aquí para escribir, y la firma es una forma rudimentaria de escritura, bien que no exprese más que el nombre del autor o ni eso.

Decimos que tenemos que ir a un supermercado para comprar "cosas personales". Las cosas personales que queremos comprar son cervezas a precio de mercado. Nos dan permiso para comprar una botella de licor, porque aunque no celebraremos la noche, no deja de ser la última del año. Solamente una botella. Pedimos ayuda al chef, que nos acompaña. Él nos lleva a un sitio donde venden botellas de cinco litros. Jack Daniel's. Una botella, decimos, es una botella. Tenemos permiso para comprar una y es lo que hacemos. Si tienen dudas -sugerimos-, que llamen a la abogada. Ella les dirá que no hemos contravenido ninguna norma y que, caso de que el permiso para comprar una botella se refeririera a una de una capacidad determinada, deberían haberlo especificado: "la productora concede a los guionistas permiso para adquirir una botella de licor cuyo contenido no exceda los 750 ml. en todos los planetas del universo habitados por seres humanos".

Conseguimos pasar el filtro. A fin de cuentas, nos dicen, estamos haciendo un magnífico trabajo, pero no debemos bajar la guardia. No lo haremos, decimos. Y ellos, añadimos solemnemente, también están haciendo un gran trabajo, pero tampoco deben bajar la guardia, pues si estamos haciendo un magnífico guión es gracias a las normas monásticas y tal vez esclavistas que nos imponen. Pero estamos contentos, entre otras cosas porque seguramente hay alguna cláusula entre los cientos de papeles que hemos venido firmando que nos obliga a estar contentos.

Reunión de todo el equipo. Debemos hacer una película que contenga una combinación de escenas de acción, aventura, comedia, drama, amor, sexo, romanticismo, intriga, terrror, violencia y todo. "Como Titanic". Ese es el objetivo, nos dice una asistenta muy eficaz que es la que quiere mandar y sabe tanto de creación de argumentos como nosotros de física cuántica. Comprendo que lo que realmente quiere es Blancanieves y los siete enanitos pero le da vergüenza reconocerlo. Necesitaría a un actor que reúna las cualidades interpretativas de Clint Eastwood, Cantinflas, Bruce Willis, Jackie Chan, Robert de Niro, Charles Bronson, Bud Spencer y Terence Hill. Todo es posible en América y el que paga decide. Gracias a Dios,  la que paga aquí, nuestra productora, sí sabe lo que quiere y reconduce la situación magistralmente. Dulce, que así se llama, tiene la habilidad de hacer que esta jaula de grillos funcione con la precisión de un reloj atómico. Los demás hacemos todo lo que podemos hacer en esta situación: montamos una fiesta de Jack Daniel's.