Querido comunicante anónimo.

Hoy me has visto sentado en una mesa, compartiendo berberechos con otros comensales. Uno de ellos, promotor del encuentro, pretende postularse como candidato en las próximas elecciones municipales al Concello de Pontevedra, lo que al parecer no te gusta. Dices que has identificado a otro de los comensales como miembro declarado de otro partido y por ello presupones que yo estaba formando parte de algún tipo de complot. Ojalá, pienso yo.

En el mensaje que me has dejado y que yo no he publicado porque para eso soy el editor de mi blog, me exiges que, como personaje público que crees que soy, haga oficial mi posición política (presupones que la tengo).

Pues bien, querido anónimo. Mi posición política es la siguiente: yo me siento ante una fuente de berberechos sin preguntar la opción política de quienes me ponen la fuente delante y más todavía, sin importarme un pimiento la opción política, incluso conociéndola. Añadiría que me dejaría invitar a una fuente de berberechos por el mismísimo Satanás. Puedes ponerme a prueba. Encarga los berberechos.

Si te has fijado bien, aparte de las dos personas a las que citas en tu absurdo mensaje, estábamos, al menos, otras cinco. Me atrevería a decir que todo el arco político estaba, de una u otra manera, representado en esa mesa, o eso supongo.

Sostienes que me están manipulando, y que debería despejar dudas diciendo de una vez a quién voy a votar. Creo que, como tú, votaré a quien me plazca, o no votaré, o votaré en blanco. Espero que no cuestiones ese derecho y si lo haces, claro está, no será un problema para mí.

Me acusas de ser un tapado y el futuro número dos en una lista. A pesar de que no debo explicación alguna, ni a ti ni a nadie, despejaré de una vez tus dudas aclarando que no seré el número dos en lista alguna, ni el tres ni el cuatro ni nada de nada.

Tengo buenos amigos en todos los partidos, y puede que en todas las listas, y a todos ellos les deseo la mejor de las suertes y solamente espero que a quien le toque gobernar lo haga lo mejor que pueda, o lo mejor que sepa. Eso no excluye a quien encabezará una de esas listas y que al parecer tan mal te cae. Tienes razón al decir que tomo cañas con él. Y más tomaré. Con él y con todos mis amigos o conocidos con los que me sienta a gusto.

Me dices que debería dejar de escribir sobre Chimo Bayo y mojarme. Pues yo prefiero escribir sobre Chimo Bayo y no mojarme; me atribuyes una responsabilidad que yo no tengo ni deseo y aseguras que soy influyente (?). Pues ni tengo esa responsabilidad ni me apetece influir en nadie;  no soy un puntal, como tú dices, en un proyecto político. Y si me piden una opinión y la tengo, la doy si quiero y eso seguiré haciendo, con o sin tu permiso. Y me seguiré reuniendo con quien quiera, y puede que lo haga como lo hice hoy, con buena gente,  en una plaza y a la vista de todos. Faltaría más.