domingo, 20 de febrero de 2011
Ni Vigo ni Portugal, Pontevedra capital
Hace ya muchos años, quizá un cuarto de siglo, acuñé el lema aquel que poco después popularizaría un conocido grupo ponteverés. "Ni Vigo ni Portugal, Pontevedra capital".
Lo que en realidad sucedía era que desde Pontevedra no veíamos con buenos ojos que Vigo se hubiera hecho definitivamente con el liderazgo cultural de Galicia, vacante desde la Guerra Civil y que antes, al menos en las provincias del Sur había correspondido a Pontevedra. Lo de Portugal, además de porque rimaba, venía a cuento de que Os Resentidos acababan de lanzar un Lp titulado "Vigo, Capital Lisboa" y Siniestro Total otro: "Menos mal que nos queda Portugal", lo que algunos desde Pontevedra interpretábamos como un desplante a nuestra ciudad.
Como es sabido, a los vigueses les dio igual, al menos a los cuatro que se llegaron a enterar, y siguieron adelante con su Movida, mientras nosotros estábamos encantados con nuestro lema pensando que gracias a él íbamos a destrozar Vigo, algo que desde la ciudad olívica era visto con una media sonrisa condescendiente. Ellos iban a lo suyo, y hacían bien. Los más listos, ya lo hemos dicho, fueron Los Cafres, que se largaron a Vigo a triunfar y lo hicieron. Ellos, con Antonio Amblés a la cabeza, entendieron que había que estar donde había que estar.
Últimamente andamos a vueltas con la defensa de la capitalidad. No seré yo quien no la defienda, pero aquella experiencia de los 80 lo que nos demuestra es que el berrinchismo no es el futuro. Y la capitalidad tampoco. Ni de Pontevedra ni de ninguna otra capital de provincia. Y el motivo es bien simple: la capitalidad viene convirtiéndose en algo así como un título honorífico. Ser capital ya no sirve para nada, o cada vez va sirviendo para mucho menos. Aferrarse a un modelo de ciudad administrativa cuando los trámites administrativos se hacen desde el ordenador de casa es un error. Pontevedra necesita algo que ofrecer como ciudad: un modelo cultural, un modelo turístico, un modelo empresarial (no necesariamente industrial), un modelo de servicios, un modelo como cabeza de comarca... Pontevedra nunca volverá a ser la gran ciudad del S. XV mientras siga mirando a Vigo para llorar. Vigo nos come terreno, como en los 80, por una razón: ellos saben lo que quieren, saben a dónde se dirigen, y hacen las cosas bien. No se sienten culpables por ello ni por tanto tienen que pedir perdón.
Lo que tenemos que pensar desde Pontevedra es qué ciudad queremos tener y qué podemos ofrecer. Mirar hacia adelante, no a los lados. Avanzar sin estar demasiado pendientes de un rival que nunca mira hacia atrás para ver quién le persigue, y es más, ni siquiera nos ve como a un contrincante porque sabe que no lo somos, aunque nosotros creamos que sí.
Sé que éste es un discurso considerado como políticamente incorrecto en Pontevedra. Me da igual. Estoy harto del choromiqueo perpetuo en el que permanecemos instalados y del que Vigo no tiene la culpa. No hay ninguna batalla que ganar, no. Si planteamos nuestro futuro como una guerra contra Vigo, que es lo que venimos haciendo, estamos perdidos, sobre todo porque Vigo nunca participa en esa guerra. La batalla es contra nosotros mismos, contra nuestro derrotismo, contra nuestro berrinchismo pesimista. Si queremos algo, busquémoslo y luchemos por conseguirlo. Y no nos conformemos con pelearnos como jabatos por una migaja.
Vigo tuvo dos opciones hace casi dos siglos: seguir luchando por disputarnos la capitalidad o prescindir de ella y convertirse en la mayor ciudad de Galicia. Optaron por lo segundo y no les ha ido mal. Últimamente, salvo algún personaje exótico, nadie en Vigo quiere la capitalidad. No la necesitan. Les va magníficamente bien sin ella.
Pontevedra mira a Vigo, que no mira a Pontevedra, y se desgarra las vestiduras porque Vigo es más fuerte. Nos entra complejo de mártires y lanzamos pataditas que no llegan a Vigo. Nos ufanamos en culpar a Vigo de nuestras desgracias. Tengo la impresión de que si no tuviéramos a Vigo tan cerca echaríamos la culpa al Cha cha chá. Nuestras desgracias son nuestras, nos pertenecen sólo a nosotros y será conveniente que las resolvamos. Hace tantos años que Vigo vive tan a gusto, no a nuestra costa sino a la suya, que ya aburre ese discurso estúpido y victimista que se basa en dos palabras igualmente estúpidas que además nada resuelven ni nada significan: "Vigo no". Así nos va a nosotros y así les va a ellos.
Etiquetas:
pontevedra
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Asi me gusta.Sabes que no es correcto en Pontevedra pero tu te expresas y por eso me gustas.
ResponderEliminarPues uno de los enfoques que le puede dar Pontevedra a su futuro y competir con Vigo es el de la excelencia urbanística, en el que sí va por delante que Vigo. Y convertirse en una traquila capital de provincia con un urbanismo cuidado y donde dé gusto vivir porque tienes todo cerca y puedes ir andando a todas partes, ahora que el combustible va al alza. Y convertirse en una Segovia, o una Guadalajara,o Vitoria, o Pamplona, ciudades en las que ansían vivir los madrileños escapando del mundanal ajetreo, y conectadas por AVE.
ResponderEliminarPero para eso hay que tener un urbanismo excelente. Así que a trabajar. Muchos jardines y no tanta especulación, que las entradas a Pontevedra dan pena. Ser capital de provincia debe marcar las diferencias en temas de urbanismo.
Alguien tenía que decírnoslo de una puñetera vez. Un discurso valiente y muy acertado, Glub, y viene bien que nos lo diga alguien como tú, nada sospechoso de no amar a tu ciudad como el que más. Es de agradecer que nos pongas frente a un espejo para que veamos cómo somos. Enhorabuena.
ResponderEliminarCoidado, Glub, alguén te acusará de filoviguista
ResponderEliminarAplaudo, pero sigo gritando VIGO NO!!!!!
ResponderEliminarBien bolinga pensé que todos se habian vuelto locos.
ResponderEliminarPues yo también estoy harto de ese choromiqueo antivigues que nunca nos ha servido de nada, eso se llama buscar culpables de nuestra inoperancia, el choromiqueo ademas arrecia ultimamente y estoy con Teucro Valiente, ya era hora de que alguien diera la cara y lo dijera en voz alta
ResponderEliminarEso mismo digo yo, ya está bien esconderse detrás de vigo para no reconocer nuestros errores
ResponderEliminarEso eso ya era hora que dieran la cara que nadie lo dijo antes. Glub eres lo mejor que se puede leer en la red.
ResponderEliminar"La batalla es contra nosotros mismos, contra nuestro derrotismo, contra nuestro berrinchismo pesimista. Si queremos algo, busquémoslo y luchemos por conseguirlo. Y no nos conformemos con pelearnos como jabatos por una migaja."
ResponderEliminarPontevedra tiene un potencial enorme, tenemos que encontrar nuestro camino para que las generaciones X e Y dejen de emigrar de esta ciudad y desarrollen su potencial aquí mismo. Solo así se hace ciudad.
Vigo nooooo. Pero de toda la vida.
ResponderEliminarVigo puede que no pero victimismo antivigués menos todavía
ResponderEliminar¿Dónde he escrito antes??? Y eso que estaba sobria
ResponderEliminarUna sardina, dos sardinas, tres sardinas y un gato
ResponderEliminarTambién vale el lema de:
ResponderEliminar¡Ni Vigo, ni Portugal, Lombogrado capital!
Este nombre estaría más en clave de Nomenklatura estalinista.
PHRYNE, dejaste un comentario a una entrada de 2009. Allí se queda, con su respuesta, para la posteridad. Encajaba. Me encantan tus paseos por aquí.
ResponderEliminarA todos: saludos, amigos.
Donde coño esta mi Femia Castradora???????
ResponderEliminar{:-(
Ola, xa estou outra ves de volta. Estiven en Ourense, fun a afiar a Venghador , o meu coitelo.
ResponderEliminarTenho que desirvos que namoreime do afiador vendo coma trabalhaba con Venghador. Daba ghusto velo botando faíscas. Non puiden resistirme e aghora vivo unha presiosa historia de amor co afiador. O destino púxome no meu caminho a este home, co que me compremento tan ben. Xamais voltarei a utilisar o afiador da teletenda. Son tan felis!
Déixovos, que vou a Vigho ó Corte Inghlés.
Bicos, Lara.
Apertas.
Que tiempos aquellos, Glub, los de ni Vigo ni Portugal....y así seguimos, quejándonos, que en eso somos expertos, y sin dar a nuestra ciudad un norte al que navegar y un destino al que enfocar.
ResponderEliminarNos quedamos tan alegres con las delegaciones y los trámites burocráticos.
¿Alguien me puede recordar que hacíamos en Pontevedra miesntras se divertían en A Coruña, rezaban en Santiago y trabajaban en Vigo?
Femia Dora así que agora gustóuche o afiador paragüero, que perigo tes.
Ja, mi antiguo jefe un pontevedrés de pro me decía que para ir a Pontevedra prefería ir vía Oporto. Al final siempre iba vía Vigo.
ResponderEliminarUna máxima que me enseñaron y sigo, no te compares nunca porque te pudres y eso no te deja avanzar.
Sueltate el pelo, relajate y baile, que los hornos pirolíticos Balay, se limpian solos.
ResponderEliminarPues si.Quiza Pontevedra sea una ciudad que haya conservado mas su belleza urbanistica.
ResponderEliminar