lunes, 4 de abril de 2011

Dolor oculto




Es un amigo al que conozco desde siempre. A veces me lo encuentro por la calle. Nos cruzamos porque tiene un comercio cerca de donde vivo. Cuando no hay prisas nos paramos y hablamos durante unos minutos: fútbol, música, viejos tiempos, algún conocido común, cualquier cosa. Es un buen tipo, agradable y simpático, del que puedo decir que nunca se ha metido con nadie, que yo sepa, ni lo imagino haciéndolo.

El viernes lo vi en el Diario de Pontevedra. Una página entera, denunciando una situación personal tremenda,  injusta. Es una de esas historias tan habitual que sólo cuando le duele a un amigo te duele también a ti. Me impactó su imagen, ese instante en el que él y el fotógrafo comulgaron para retratar tanta tensión.

Desde que sufre ese dolor me lo habré encontrado en una docena de ocasiones. Y mientras hablábamos sobre asuntos que carecen de toda importancia, se mostraba amable.  Él sufría un calvario atroz y yo no lo sabía. Jamás habló de eso. Sonreía, como siempre, y nos quejábamos de la última derrota del Pontevedra, o deseábamos que acabara el mal tiempo.

Me recuerdo a mí mismo junto a él y a los demás hace más de veinte años, a esa edad  en la que uno se cree indestructible y está convencido de que la felicidad espera a la vuelta de la esquina para llevarlo de la mano hacia la eternidad. Y nos veo ahora, después de tanto tiempo, pienso en lo frágiles que éramos todos y en lo solos que nos fuimos quedando, comprendo que lo único que nos acompaña ya es una mochila en la que guardamos los golpes que vamos encajando y todo lo que puedo esperar es que el peso sea llevadero, que el sufrimiento no nos haga doblar y nos permita seguir en pie y a ser posible caminando.

Vuelvo a aquellas anécdotas que tanta gracia nos hacían y me doy cuenta de lo insulsas que eran, excusas que durante unos años todavía nos sirvieron para creer que fuimos especiales. No éramos más que lo que cualquiera es a esa edad. Personas que no saben lo asustadas que están. Tras toda aquella parafernalia sólo se ocultaban las futuras penas que hoy afloran y revientan ante nuestros ojos.

Y me pregunto cuánta gente como él va por la calle a punto de estallar, aparentando que todo está bien, callando un drama, disimulando una ausencia, guardando las lágrimas para la noche, aguantando, poniendo buena cara a sus clientes, forzando una sonrisa ante un amigo, ahogando un grito mientras habla de fútbol y se desgarra por dentro.

17 comentarios:

  1. Joder, no se ni que escribir, sin palabras...

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  2. Quiero mandar un abrazo muy fuerte a nuestro amigo Toño y decirle que espero que todo salga bien. También me has dejado sin palabras, Rodrigo.

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  3. Toño nos ha dado mucho a la afición del Pontevedra F.C. con su música. Un abrazo granate, amigo, que todo se arreglará.
    Xose.

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  4. Leí el caso en el Diario el viernes. Una situación terrible desde luego, por la que yo nunca haría pasar a mis hijos.
    Me has hecho llorar, Rodrigo, mucha suerte a tu amigo, a quien no conozco personalmente pero le deseo lo mejor y que pronto pueda abrazar a su hijo.

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  5. ¡¡¡¡TODA LA FAMILIA GRANATE CON TOÑO!!!!!

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  6. No conozco a Toño, creo. No leí el Diario y no sé de que trata su dolor, no obstante, sigo pensando que escribes con un don Divino que, desde luego, te hace especial.

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  7. Tampoco conozco a tu amigo Toño pero estoy de acuerdo con Santa Compaña y me uno al resto en desearle lo mejor.

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  8. Maestro, por esta faena no podemos otra cosa que ofrecerle las 2 Orejas y el RABO.

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  9. Lo he estado buscando en la red pero no encuentro la historia.

    Palabras muy ciertas y bellas Cota. Lo has reflejado a la perfección.

    "...comprendo que lo único que nos acompaña ya es una mochila en la que guardamos los golpes que vamos encajando y todo lo que puedo esperar es que el peso sea llevadero, que el sufrimiento no nos haga doblar y nos permita seguir en pie y a ser posible caminando."

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  10. "Y me pregunto cuánta gente como él va por la calle a punto de estallar, aparentando que todo está bien, callando un drama, disimulando una ausencia, guardando las lágrimas para la noche, aguantando, poniendo buena cara a sus clientes, forzando una sonrisa ante un amigo, ahogando un grito mientras habla de fútbol y se desgarra por dentro."

    Yo soy una de esas personas, gracias, Rodrigo por comprenderme, me das un soplo de vida.

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  11. La vida es un eclipse.

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  12. Un abrazo y toda mi solidaridad a quien puso musica a la Marea Granate, y gracias a Glub por poner la pasión y la emoción. Animo Toño.

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  13. glub, ya que nos ponemos tristes creo que has descrito a toda tu generacion de una forma hermosa y triste, creo que los que venimos detras lo tenemos aun peor si os sirve de consuelo :-(
    eres grande, rodrigo, un besazo enorme

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  14. Tes razón, Lara, síntome perfectamente identificado no texto de Glub, unha máquina escribindo, a min nunca deixa de sorprenderme. Desta volta deixóume sin alento.

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  15. Todos los granates debemos estarle agradecidos.Un abrazo a Toño y sobre todo que se haga justicia.

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  16. Sencillamente, genial. Por desgracia nos describe a muchos quen nos sentimos identificados y tus palabras nos llegan y, la verdad, nos explican como nos sentíamos muchos sin poder describirlo como lo has hecho.
    Espero y confío que Toño salga, si no victorioso, al menos en paz.

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  17. Creo que nunca se debe utilizar a un niño a favor de uno u otra en una pareja por muy mal que hayan acabado. El niño es el que siempre pierde.

    Espero que esta situación se resuelva y puedan volver a verse padre e hijo.

    Es un post que nos retrata perfectamente. Nos haces ver algo que está ahí pero que ni nos damos cuenta de que es así. Nadie mejor que tu para describirlo.

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