martes, 12 de julio de 2011

Especuladores y primas de riesgo



Durante los años de Guerra Fría, la izquierda radical nos advertía del peligro de las multinacionales y los especuladores. No se les hacía mucho caso, más bien ninguno, porque, sobre ser los malos los comunistas, no existía la percepción de que estuviesen en lo cierto. La especulación no era visible y en cuanto a las multinacionales, las únicas que teníamos eran Michelín y la Coca-Cola y eso ya no sólo es que no resultase creíble, sino que incluso creyéndolo, no daba miedo. Hubo un tiempo en que hubiésemos preferido que el muñeco de Michelín nos gobernase. Parecía mucho más amable y bondadoso que Franco.

Luego aquellos temores se esfumaron. Todos creímos ser especuladores y no veíamos mal alguno en ello, y en cuanto a las multinacionales, algunas de ellas eran españolas. Nos enorgullecía que Inditex, o Repsol invadieran el mundo, y cuando viajábamos al extranjero nos decían: "español, Butragueño, Telefónica", y nos reíamos alegremente de aquellos que nos reconocían por nuestras marcas.

Pero en estos tiempos aciagos que vivimos, aquel discurso cobra una fuerza increíble, pues nos damos ahora cuenta de que los especuladores malignos realmente existen y están entre nosotros, y arruinan no sólo las economías domésticas, sino también las de naciones enteras. Las primas de riesgo, que antes eran parientes casquivanas que daban disgustos a nuestras tías, son hoy dígitos que miden la confianza de los especuladores en que un país pueda asumir sus deudas. Y cuando esa confianza sube y baja varias veces al día no es porque los inversores que compran deuda tengan más confianza a las diez de la mañana que a las once y la vuelvan a recuperar o a perder a las doce. Es porque especulan con ella. Porque ganan más cuanto mayor sea esa supuesta desconfianza que ellos mismos generan.

Así que volvamos a aquellos maravillosos años en los que las cosas iban razonablemente bien y creamos de una vez a aquellos que nos advertían sobre los peligros de ponernos en manos de especuladores, entre los que hoy destacan banqueros, agencias de calificación e inversores que desde cualquier lugar del mundo y con un click de ratón juegan al monopoly con las economías del mundo.

4 comentarios:

  1. Fantástica socarronería galaica!.

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  2. Lo de hoy es la prueba de que la economía europea está en manos de personas sin escrúpulos y esto es el comienzo apenas. Acabaremos rescatados como Portugal y Gracia. Luego viene el abismo.

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  3. Acabaron con todo, menudos sinvergüenzas.

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