viernes, 30 de septiembre de 2011

Europa asustada


Obama dice que le asusta Europa. Es normal, porque Europa se ha pasado la vida dando sustos al mundo. Uno estaba tan tranquilo, masticando hojas de coca en la planicie boliviana, o cazando búfalos en las praderas norteamericanas o arrancando el corazón a un niño en lo alto de una pirámide mexicana, sin meterse con nadie, y llegaba un europeo, sacaba un arcabuz, y le daba un susto.

Europa lleva construyéndose desde siempre y desde entonces lo ha hecho rematadamente mal. Tan mal que ahora, además de asustar al mundo, Europa está asustada. Antes un europeo sólo se asustaba de otro europeo. Los españoles asustaban a los franceses, que asustaban a los ingleses y así. Luego venía Alemania y nos asustaba a todos.

Cuando Europa se construía por las malas, en plan Napoleón o Hitler, la cosa acababa más o menos en tablas: se firmaba un armisticio y los ejércitos, o lo que quedaba de ellos, volvían a sus casas hasta la siguiente guerra. Pero lo de construirnos por las buenas es todavía peor. Ahora asustamos a Obama del miedo que le da vernos tan acojonados.

Los mercados atacan al euro y no tenemos a dónde mandar la caballería. No hay nada peor que un enemigo invisible, que en lugar de atacarnos con armas nos ataca con un ordenador desde sabe Dios dónde. El penúltimo susto nos lo dio un tal Alessio. Lo que nos asusta de Alessio es que, no siendo un agente de bolsa, se hizo pasar por tal y dijo tres cosas que todos sabemos que son ciertas: que muchos europeos perderán sus ahorros en los próximos meses; que la economía no está en manos de los gobiernos, sino de los especuladores y que estos están encantados con la oportunidad que les ofrece la crisis. Eso lo decimos todos cada día en un bar y no acojona. Lo que acojona es que lo diga un tío trajeado en la BBC, aunque sea Alessio.

Si te atropella un autobús, más o menos estás tranquilo hasta que aparece alguien con una bata y dice: "no hay nada que hacer". Tú no sabes si ese señor de la bata es el carnicero de la esquina, pero te acojonas porque sabes que dice la verdad y lleva bata, y te apresuras a encomendar tu alma a Dios. Al menos es lo que hago yo cada vez que me atropella un autobús.

Europa se va al carajo. No porque lo diga Alessio. Se va al carajo porque se va, como se ha ido tantas veces antes pero a lo bestia, y el susto esta vez no nos lo quita ni Dios, que nos tiene abandonados.

9 comentarios:

  1. Pues que no se asusten tanto, que ellos también tienen parte en esto.

    Sigo tu blog y cada vez me gusta mas.

    ResponderEliminar
  2. jajajaa, bueno yo si te digo la verdad tengo la impresión de que Europa es como una elegante damisela asediada por dos gigantes (Americo y Chino) que se la disputan, confiemos en saber elegir marido.

    ResponderEliminar
  3. no me acojones a mí, glub, que estamos de finde

    mañana, femia!!

    ResponderEliminar
  4. Europa ha muerto. Lo cantaba alguien con boca hace años, ahora diríamos que nunca ha terminado de nacer. Y Glub, voy a hacerte una crítica despiadada y atroz, la verguenza te dejará paralizado, el bochorno cruzará tu rostro como una exhalación (de licor del polo):

    EN HABIENDO YUROPISLIVINACELEBREIXON by Rosa de Egpaaaaaaña
    POR QUÉ, MOURIÑESCAMENTE HABLANDO, LA UNIÓN (europea) ?

    ResponderEliminar
  5. Hostias, Manuel, tienes toda la razón. Ni se me pasó por la cabeza. Desde que Gata no pasea por aquí, la selección musical anda bajo mínimos.

    Lara, hija, tú te bebes dos cubatas y se te pasa el miedo.

    Sonja, yo me quedo, de momento, con Américo, por eso del mal menor.

    ResponderEliminar
  6. Disculpa Rodrigo no eres mi tipo

    ResponderEliminar
  7. No desesperes, Américo. Encontrarás al hombre de tu vida y serás feliz.

    ResponderEliminar
  8. Sí que entro, pero a trompicones, porque todo en mi vida es a trompicones, como cuando no te entra la segunda.
    De todas maneras entre tú y el Jabois me tenéis jodida y no contenta con el temita. Estoy acojonada ¿vale?. Que mis ahorros son por despido, no encuentro trabajo y tengo que seguir pagando la hipoteca. Con que vale ya con el apocalipsis, que parecéis el Piqueras. Y tú más, Glub.
    Al Manuel de aquí arriba no le hagas caso que escucha cosas muy raras, no le gusta Michelle, y es un usurpador que desde el principio está intentando hacer puntitos para quitarme el puesto. Servidora, otra maniobra de estas en su vida y que acabara en mi despido, no lo soportaría.
    De la canción (esta vez) no tengo nada que objetar ya que es de mis canciones favoritas, habla de París que es referencia europea por antonomasia y de hombre lobo que somos todos. Además, estoy en etapa Boris Vian (que Manuel te dirá que está sobrevalorado)
    (Y ahora que sepas, que había escrito este comentario (o uno muy parecido ya que lo escribo de memoria) desde el otro ordenador, que es el bueno, y tú blog, como ya me pasa siempre, no lo reconoce. O sea, primero no reconoce mi perfil y tengo que ponerme de anónimo; pero es que luego cuando le doy a enviar, me lo borra y punto. No sé qué pasa, porque en el de J sí que puedo escribir, aunque es verdad que el sistema de reconocimiento no es éste, vamos que no es un blogguer típico. No sé Glub, que sepas que este ordenador es una castaña (pentium4) y cada dos por tres se apaga la pantalla y me deja colgada por un tiempo indefinido que va de media hora a varias. Arrancarlo es una jodienda, pero por ser vos, he hecho el sacrificio. Me duele que pienses que no vengo. Y ahora (12:10) voy a desayunar. Estos horarios míos sí que son apocalípticos)

    ResponderEliminar