jueves, 29 de diciembre de 2011

Crónica de un escritor congelado III



Cuando pedimos té nos trajeron varias cosechas. Pero al pedir cerveza nos traen solamente dos cajas de doce botellas. Tenemos que pagar veintiséis dólares. Es la primera vez que nos cobran algo. Decidimos entonces celebrar una fiesta de la cerveza y las bebemos esa misma noche. Al día siguiente volvemos a encargar cerveza. Ésta vez cuesta cuarenta dólares. Esta gente sabe cómo hacerte entrar en razón.

Ahora ya tenemos cocinero. Los cocineros en Chicago se llaman Álex y son en parte mexicanos, aunque no hablan español y cocinan como los ángeles. No estoy del todo seguro de que esto sea realmente así, estudios más serios y que habrán de realizar personas con más competencias determinarán si mi teoría es cierta. Yo he obtenido el dato  haciendo una sencilla extrapolación empírica de todos los cocineros que yo conozco aquí (Álex) a todos los demás.

Éste es un país temeroso, o al menos sus gobernantes lo son. Los controles en los aeropuertos son inhumanos, los camareros tienen la obligación de exigir a todos los que piden una bebida alcohólica que demuestren que tienen más de veintiún años. Da igual que salte a la vista que el cliente tiene como mínimo ciento cinco. Son normas estúpidas y todos lo saben, pero se cumplen. Desde el 11-S este país se ha vuelto loco. No sé hasta qué punto son conscientes de ello, pero hemos visto cosas increíbles.

En una oficina a la que nos llevan para resolver unos trámites, una chica nos pide una identificación. Yo muestro toda la que llevo encima: mi DNI y mi carnet de conducir. La chica palidece y dice que esos documentos no son válidos porque no están en inglés. Yo trato de explicarle que el reino de España no identifica a sus ciudadanos con documentos en inglés. Ella no lo entiende. Pregunta cuál es el número del documento. Se lo enseño y tras un instante de duda me dice que tampoco puede aceptar ese número porque no sabe si está en inglés. Tratamos de hacerle entender que la numeración arábiga predominante en buena parte del mundo, los EEUU y España incluidos, no se traduce, y que un siete expresado así: "7", es el mismo siete en inglés y en español. Ella dice que desconoce si eso es así y que tampoco está dispuesta a comprobarlo, que no se la juega. Tiene que presentarse la responsable del proyecto para resolverlo. Este país se está burocratizando hasta límites que sobrepasan lo kafkiano.

Para nuestra desgracia, desde que tenemos chef no hemos visto el exterior. Esto ya empieza a parecer un reality. Espero ver aparecer en cualquier momento a Pocholo entrando por la puerta y preguntando entre espasmos quién ha roto su mochila. Intento explicarle a un inglés quién es Pocholo pero no lo consigo ni con el traductor de Google. Llamo a la intérprete. Le pido que me traduzca: "Pocholo es un español muy popular cuya familia estaba eparentada con la de Franco. Pocholo participó en un programa llamado Hotel Glam y allí le rompieron una mochi..." La intérprete dice que si la conversación no está relacionada con el proyecto (aquí todo el mundo le llama a esto "el proyecto"), ya nos la traducirá en otro momento, que está ocupada.

Ya que estamos produciendo páginas a un ritmo mejor que el esperado y de buena calidad, decidimos montar otra fiesta de la cerveza. Mañana nos costará sesenta dólares.

6 comentarios:

  1. Rodrigo.

    Fico preocupado com a tua sanidade!
    Um galego como tu, sujeito a tantas regras, imposições e custos no que toca a molhar a garganta, parece-me já maldade!!!
    Espero sinceramente que o esforço compense, para te ver na entrega dos óscares.

    Grande abraço,

    António

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  2. Espero que la cerveza sea una 312 Urban, dicen que es la más representativa de Chicago (entre nos, creo que es pis de gato) Comienzas a preocuparme, no te veo encerrado con un Alex de la vida por muy buen cocinero que sea.

    Vamos a tener que mandarte a Femia disfrazada de doncella francesa y toda su parafernalia castradora si esto sigue así.

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  3. Ti danos un enderezo que nós farémosche chegar a cervexa via UPS ou similar. Está visto que funciona coma combustible intelectual !!

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  4. ¡Mira que no meter a Pocholo en el proyecto!
    Coño, mételo de Merlin, o de Cheli, o algo.

    Resistid. Tenéis que conquistarlos; pegarles vuestras costumbres. Que las adquieran sin darse cuenta.
    Voy a poner un poco de música de concienciación:
    Cheli

    Impaciente vivo ya, aguardando la siguiente crónica. No puedo vivir sin noticias de Glub.

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  5. ¡¡FELIZ AÑO GLUB!!
    Mecagüenlaleche.

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  6. El siete cambia mucho si tiene la raya horizontal a casi media altura o no, y supongo que inglés, aun mas. Verifica siempre este dato antes, te ayudará.
    Se ve que hay mucho secreto en todo porque nos tienes en ascuas y cada vez nos cuesta mas esta incertidumbre.

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