Anteriormente, cuando éramos jóvenes, se reconocía a la gente por la actitud y la vestimenta. Un punk era un punk, vestía como un punk, hablaba como un punk y hacía cosas de punk, como vomitar en los conciertos. Siempre había un punk vomitando en un concierto y estaba bien porque era exactamente lo que se esperaba de él. Y lo mismo sucedía en política: podías identificar la filiación de cualquiera fijándote en su aspecto. Los del PP llevaban náuticos y un jersey a los hombros; los socialistas eran de chaqueta de pana con coderas y en el BNG se uniformaban con barba, jersey de lana y sandalias.
Diario de Pontevedra. BNG.
Buenísimo!!!!!! hilarante, pero real.
ResponderEliminarBueno, Cota: vaite ao Diario a pedir un despacho, cando menos. Para min que te van mandar a paseo, por abusar... : )
ResponderEliminarTareixa está missing, por certo.
Manuel, entre todo ese lustre firmando por ahí, a lo más que puede aspirar uno es a asomar la cabeza.
ResponderEliminarTareixa, si estás ahí, manifiéstate.
Uno saca a relucir la logia de san juan y ya están los políticos intentando apoderarse y manipular el término fraternidad, uno saca el término libertad y ya están los políticos manipulando a su conveniencia, uno saca el término igualdad y ya están los políticos manipulando a su conveniencia. No hay traductor de google español-político político-español galego-político político-galego.
ResponderEliminarDivertido y muy realista a la vez, te lo robo para mi muro
ResponderEliminarGracias, abuela. Un abrazo.
ResponderEliminarNo me reconozco en niguno de esos estereotipos marcados y me pregunto ¿quien soy? ¿a donde voy? ¿ne perteneceré a ninguna corriente?
ResponderEliminarAcabaches conmigo, xa non sei nin como vestirme.