Esto de Bankia es algo que se puede enfocar de dos
maneras posibles: una es montando una revolución acojonante, con todo dios
echado al monte fusil al hombro; otra es poniéndose uno muy serio, ajustándose
las gafas, dando un trago lento a un cubata y empezando tras una pausa
perfectamente estudiada: “¿saben aquél que diu…?”
El caso es que se coge un puñado de cajas de ahorros arruinadas. Se
echa la culpa al pueblo, que ha vivido por encima de sus posibilidades como si
no fueran esas cajas las que hubieran montado la burbuja; se fusiona todo ello
y se construye un banco hermoso. Un banco privado que va a ser la hostia, la
envidia de la banca universal. Se llama para dirigirlo a un portento en
economía: ministro del “milagro Aznar” y director del FMI. Se crea un agujero
de veintitrés mil quinientos millones de euros mientras los directivos del
banco cojonudo se largan con pensiones millonarias. Finalmente, se sorprende a
los invitados perplejos, todos los españoles que han de pasar por caja poniendo
cada uno de ellos quinientos euros sin rechistar, sin que nadie investigue ni
explique nada, que pa qué, si somos todos tontos perdidos.
Diga usted si eso es para echarse al monte tras
pegar fuego a todas las oficinas de Bankia o nos lo tomamos de coña, en plan
“mexan por nos e temos que decir que chove”. Llega un momento en que la dimensión del asunto es imposible de valorar, y uno acaba anestesiado ante
tanta desmesura.
Luego está la rapidez. La rapidez con la que suceden
las cosas. Uno puede ver venir una hostia justo a tiempo de evitarla si tiene
reflejos. Pero, por muchos reflejos que se tengan, lo que no se ve venir es un
balazo que entra directo a la cabeza. Y en esas estamos: dirigiéndonos
directamente hacia el abismo cogidos de la mano, encogiéndonos de hombros y
confiando en las soluciones que nos prometen y nunca llegan. Nos piden
paciencia, pero no nos dicen paciencia para qué; nos dicen que todo se
arreglará, pero no nos dicen cuándo ni cómo porque no tienen ni puñetera idea.
Vemos que quienes intentan arreglar esto desde hace años, llámense Zapatero o
Rajoy están tan perdidos y acorralados como nosotros.
Yo veo a Rajoy o a un ministro prometiéndonos un
futuro brillante y me pregunto por qué no encargan ese trabajo a Paco Porras o
a cualquiera de esos videntes de madrugada, que al menos tienen la dignidad de
aparecer con una túnica y un turbante y sacar unas cartas de tarot o una bola
de cristal, con lo que el engaño es de alguna manera evidente para quien lo
quiera ver, lo que otorga un punto de sinceridad a su discurso.
Antes, un político se diferenciaba de un vidente,
aparte del turbante, en que el político creía que sabía lo que decía, mientras
el vidente sabía que no creía lo que decía. Hoy ya ni eso.
Esto se va al carallo y nos está cogiendo pasmados,
sin saber si coger el fusil o reírnos del chiste.
Publicado en Diario de Pontevedra, 31-12-2012.
Publicado en Diario de Pontevedra, 31-12-2012.
12/10
ResponderEliminarThe Glub, twelve points,
Le Glub, douze points.
Bien sintetizados lo sentimientos de peña, de los que nos despeñaremos o más bien estamos siendo despeñado, al norte y al sur de Despeñaperros.
ResponderEliminar(Que mierda de comentario, madre. Ya lo digo yo todo).
Gatiña, eres un pozo de sorpresas. No sabía que escribías también eurovisionés, o como se llame.
ResponderEliminarGraciñas.
Manuel, tampoco está tan mal, tu comentario, hombre, coño. A mí me gusta.
ResponderEliminarTú me lees con buenos ojos. Oye, en el Grifón tienen unas cervezas a enfriar para el viernes 8, que no se escaquee Tareixa. (Hay que ir calentando el ambiente).
ResponderEliminarme añado a los buenos comentarios al respecto el brillante texto, de tan brillante qué es casi metalizado, o inox como qué está mas de moda en los ambientes... por cierto ojito al grifón, qué mas alla de el mar está lleno de ellos... je je je
ResponderEliminarEs que además de todo, me ha gustado mucho el guiño que has hecho al final: Tras la broma con lo de la videncia, pones:
ResponderEliminar"Publicado en Diario de Pontevedra, 31-12-2012."
Es descacharrante.
Manuel, daremos buena cuenta de esas cervezas. Teresa tiene la palabra.
ResponderEliminarSantiago, sé bienvenido al blog. Esperamos verte por aquí más a menudo. Nunca nos abandones.
ResponderEliminarGatiña, no seas mala. Lo puse porque me han echado de la versión digital de Diario de Pontevedra, que es a donde suelo dirigir desde mi blog los textos que publico allí. No sé si sólo me han echado esta semana o es para siempre.
ResponderEliminarQuede constancia.
Te leí en papel, que es como se tiene que leer a los cronistas. Estupendo artículo Qué te echen de DdeP digital era cuestión de tiempo o fallo del sistema, el mundo no esta preparado para tus verbas. Provocas mucho
ResponderEliminarGracias, Tareixa, por tu mensaje solidario. Yo espero que solamente haya sido fallo del sistema, o un castigo puntual: una semana mirando a la pared, o así. También he de decir, en honor a la verdad, que nunca me han censurado ni tumbado una columna. Y mucho menos me han dicho lo que puedo o no puedo escribir.
ResponderEliminarIgual es una manera sutil de ir deshaciéndose de mí, aunque creo que no. Lo entendería, pues si yo fuera el jefe lo hubiese hecho hace tiempo.
¿Glub?
ResponderEliminarEsto... ¿miraste la fecha?
Cota: infravaloras el poder de Telmo y Louro para hacer una pinza de cangrejo gigante a tus insobornable columnas políticas.
ResponderEliminarHostias, Gata. Ni me había dado cuenta. Pues ahora la dejo. A fin de cuentas sólo tú te has dado cuenta.
ResponderEliminarManuel, en el fondo me adoran, y yo a ellos.
La Gata se da cuenta de todo. Y lo digo en serio.
ResponderEliminarOstras por fin alguien explica lo de Bankia y entiendo algo (es que como soy de letras...) pero ahora lo que me falta es encajar en el puzzle esta frase que me queda suelta:
ResponderEliminar"José Ricardo Martínez, el consejero sindicalista de Bankia con un sueldo de 180.000 euros, despide a 36 compañeros de UGT Madrid para garantizar la viabilidad de la organización"
Sindicalista?Bankia?...ya digo que es que soy de letras...
Yo también soy de letras, Sonja, pero hay cosas que no se entienden. Bicos.
ResponderEliminarSi se desahucia por no pagar la hipoteca, que también desahucien a las cajas y bancos por no pagar sus deudas, deben 180.000 millones de euros a otros bancos extranjeros, que cambien la deuda por acciones y que estos cambien de titularidad, políticos y sindicatos, automáticamente fuera de los consejos de administración. Si Mario Conde fue a la cárcel por un agujero patrimonial de 2.000 millones, consecuentemente que vayan también todos estos a la cárcel.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Falonso. No es normal que aparezca el dinero sólo para rescatar a un gran banco, cuando se dejan caer empresas y familias. Todos a la cárcel.
ResponderEliminarEnhorabuena por el Artículo; realmente muy bueno.
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