sábado, 5 de enero de 2013

Carta a los Reyes Magos


Durante mucho tiempo, puede que entre los seis y los cuarenta años, creí equivocadamente que los Reyes Magos eran mis padres. Su ausencia física o geográfica me demostró que no era así, pero como los regalos seguían llegando empecé a sospechar que los Reyes Magos eran mi hermana Marcela. Eso hasta hace un par de navidades, cuando ella me llamó por teléfono desde Poio a una hora a la que tendría que estar entregando los regalos a los niños de Nueva Zelanda. Así fue como supe, por descarte, que los Reyes Magos son los Reyes Magos. 
Esta vez les envié una carta más bien extensa que empieza así: «Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar. Este año he sido bueno y por eso quiero pediros tres cosas: oro, incienso y mirra». (...)  Diario de Pontevedra. Carta a los Reyes Magos.



2 comentarios:

  1. Rodrigo ¿porqué te empeñas en destrozar abrupta e incansablemente mi inocencia?
    Marcela sí que es Los Reyes Magos. A mí sigue gustándome mas llamarlos Santos Reis, pero definitivamente son ella.
    Quizás tengas razón en lo de la alopecia, he probado infinidad de productos, por si algún día me presento a alguna elección, con resultados negativos en todos los casos, mi única esperanza en un nuevo champú, ´´regeneración total´´, dicen en su publicidad.
    Si resulta os mandaré unos frascos para tí y para Tino.

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  2. Fuí a la herreria para enseñar mis juguetes y no apareciste, al menos a la misma hora que yo, solo se los pude enseñar a un niño que, como yo, no tenía ninguno. Quizás se porto mal. La cosa es que yo me porté bien, al menos, mucho mejor que los de directivos de Caixanova y a ellos sí que les llegaron los Reyes. Y abundantemente.

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