martes, 26 de marzo de 2013

Francisco y el relativismo



Me caía bien el Papa Francisco hasta el otro día, que se reunió con Benedicto XVI e inmediatamente asumió el discurso contra lo que la Iglesia llama "la dictadura del relativismo moral". Esa tesis fue muy difundida por Benedicto aun siendo cardenal Ratzinger, y su formulación se puede resumir con brevedad y simpleza, que es lo mío: nada en esta vida es relativo, y por tanto, cada acción provoca una reacción y esa reacción será tan buena o mala como la acción que la provoca. Más simple todavía: las malas acciones tienen consecuencias negativas y las buenas acciones consecuencias positivas.
Y es verdad. Todos, o casi, asumimos sin conflicto esa tesis y actuamos consecuentemente a diario, o lo procuramos. Y es cierto que el relativismo moral nos puede llevar a ignorar ese principio desde la base de que todo es relativo y por tanto las consecuencias de nuestros actos no dependen de su bondad o su falta de ella, sino de una respuesta aleatoria que desconocemos a priori, lo que nos llevaría al caos, y de hecho nos lleva. (...) Sigue leyendo en Pontevedra Viva. Francisco y el relativismo.

3 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=Tf9tV1UDM1c

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  2. Ostras como te embalas, dale una oportunidad no? y en cualquier caso al fin y al cabo la Iglesia habla para los de su club, no se qué manía hay en interesarse tanto...a no ser que se esté pensando en hacerse socio claro.

    Por cierto ya he leído tu libro del secuestro de Rajoy, este hombre siempre ha estado un poco autosecuestrado, creo que tiene efectos secundarios porque me ha aparecido una adicción a los bocatas. Debe ser un signo de los tiempos que surja el género del humor esperpéntico desde Finisterre hasta el Cabo de Formentor casi al mismo tiempo (aquí en forma de "El general y la musa").

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  3. Sonja, un placer tu visita. Lo del Papa, bueno, me molesta ese discurso, no tanto por lo que pueda afectarme a mí como por los millones de personas que lo asumen.

    Por cierto, seguimos echando de menos tus reminiscencias y seguimos entrando de cuando en cuando por si las has retomado.

    Ah, y gracias por leerme. Gran abrazo.

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