martes, 20 de septiembre de 2011

Heliópolis: El Blues del Hada Azul


No soy yo de recomendar. Recomendando uno a veces se juega su prestigio, aunque es cierto que el mío viene estando por los suelos desde siempre. Uno recomienda un buen restaurante a su mejor amigo, va el amigo, come mal, y en lugar de echar la culpa al cocinero se la echa a uno, al que con toda su buena intención le ha dicho: "vete allí que se come de la hostia por dos duros". Pues no haberme hecho caso.

Éste es un asunto diferente, que bien merece una excepción. Conocí a G. Campanella, o al escritor que se atrinchera bajo ese nombre, en Madrid, cuando estábamos presentando la novela de Victoria Evita, creo que la última que yo he recomendado hasta hoy y nadie me lo ha podido recriminar, porque la obra le gustó a todo Dios.

Allí, entre canapés y vinos, G. Campanella me habló del proyecto que tenía en elaboración, una novela, "Heliópolis: El Blues del Hada Azul". Me dejó leer luego los tres primeros capítulos. Eso está bien si la novela es mala. Te lees los tres capítulos, o mejor no te los lees, y si el autor te vuelve a llamar no le coges el teléfono y que se vaya al carajo. Pero cuando la obra es buena, o muy buena, grandiosa en este caso, que te dejen leer sólo tres capítulos es una putada tan grande como la novela. Se queda uno durante un año, o durante toda la vida, preguntándose qué habría tras esos tres capítulos.

Para mi fortuna, el autor, a quien sigo en Facebook, ha terminado su obra y la va colgando en una web. A juzgar por el número de visitas, arranca bien.

Yo me atrevo a recomendar esta obra porque es buena, porque es una novela que hace falta leer en estos tiempos aciagos, porque el autor sabe lo que hace y cómo lo hace. Porque G. Campanella nació para escribir esta obra y muchas otras; porque la calidad aparece por cada letra. No me voy a perder en análisis sobre estilos, estructuras, o mensajes de la obra porque no tienes que ir a buscarla a una librería y pagar por ella. Solamente tienes que empezar a leer. Te juro que no te arrepentirás.

14 comentarios:

  1. Muy buenas Rodrigo. Al igual que tú, también he tenido la oportunidad de conocer personalmente a G. Campanella y, por circunstancias de la vida bastante afortunadas, también de leer el libro entero. Desde este privilegio, recomiendo con toda honestidad su lectura, pues a medida que se va desentrañando el universo de Heliópolis descubrimos algo cada vez más escaso: que lo que está aquí en juego son las cosas que verdaderamente importan. Se trata, pues, de una lectura que no por divertida deja de ofrecernos ese fondo vital que estos tiempos tanto reclaman.

    No diré más para no revelar información privilegiada; sólo añadiré que no hay nada más emocionante y arriesgado en esta vida que llegar a ser lo que uno es.

    He visto que el libro está disponible por entregas y gratuitamente desde este enlace http://elbluesdelhadaazul.com/. ¡Muchas felicidades a G.Campanella!

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  2. Pues yo seguí tu consejo. Estoy en ello, tiene buena pinta.

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  3. También me apunto, pero por el momento veo que sólo está el primer capitulo. No quiero empezar a leer hasta tener la seguridad que seguirá añadiendo el resto. No me gusta quedar a medias en el mejor momento.

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  4. ¡Al Supremo Autor pongo por testigo de que publicaré la novela entera! Más que nada porque ya la tengo escrita, y se me que va a quedar mustia si no la aireo.

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  5. Confiarè en tì y la leerè.
    Aclaro, no obstante, que quien se fìe a ciegas de un consejo como el de:``Vete allì que se come de la hostia por dos duros`` no debe culpar al consejero, si no, a sì mismo.
    Por 2 duros no se puede comer de la hostia, en ningùn lado, la inflaciòn es la inflaciòn y como decìa un sabiode la termodinàmica:
    ``No es lo mismo la presiòn que el caudal``

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  6. "Te juro que no te arrepentirás"
    A ver quién es el guapo que se niega.
    Declaro: Voy a leer a Campanella. Campanella sí, gracias.
    Todos somos Campanella.

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  7. Pues nada, a ver si le hacemos hueco a Campanella. Será una buena excusa para abordar a Cota y ponerle a caldo si nos decepciona (seguro que no) inmediatamente después de presentarnos.

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  8. Gracias por tu solidaridad, Gata.

    Una cosa es la presión, como dice Santano, y otra bien distinta es el caudal.

    Manuel, eso de presentarnos, por cierto, habría que resolverlo algún día.

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  9. G. Campanella, te tomaremos entonces la palabra. Ya lo sabes: Dios matará un gatito por cada día que pase sin que nos regales un trozo de tu historia.

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  10. Ya le dije a Jabois que lo arreglara, pero el muchacho anda muy liado. Insistiré.

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  11. Jabois subió a Primera, pero sigue siendo el mismo, que lo sé yo. Buscará un momento.

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  12. Pues hoh me he animado a empezar la lectura y la publicación de precisamente hoy no tiene precio!
    tendrías que recomendar cosas más a menudo!!

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