miércoles, 28 de enero de 2009

Analistas y videntes.


Volviendo a las predicciones sobre sucesos nunca dados.

La actual crisis económica y financiera no fue prevista por nadie. Los políticos, los asesores, los analistas y los propios banqueros utilizan éste hecho como una excusa: "nadie pudo predecirlo". Luego cometen el error de buscar precedentes a esta crisis y nos remiten al Crack del 29, pero acto seguido añaden: "aunque esta vez es diferente". Lo cierto es que no saben lo que está pasando, y mucho menos lo que sucederá en un futuro más o menos próximo. 
¿En qué se diferencia entonces un analista de un vidente? Veámoslo.

1- El analista asesora a gobiernos y a banqueros, que toman decisiones que afectan a todo el mundo.

El vidente te echa las cartas o te lee las líneas de la mano a ti, por lo que sus predicciones no afectan más que a sus clientes.

2- El analista aconseja sobre asuntos macroeconómicos.

El vidente te hace creer que recuperarás el amor de tu vida. (El amor de tu vida suele estar entretanto en Punta Cana con su nueva pareja)

3- El analista viste traje y corbata. Incluso chaleco.

El vidente tiene la decencia de ponerse una túnica y un turbante, de tal manera que tú sepas de antemano a qué te enfrentas.

4- El analista escribe libros y artículos, da conferencias.

El vidente, para completar sus ingresos, procura venderte unas hierbas, generalmente inocuas o que provocan un efecto diferente al deseado.

5- El analista cree que sabe lo que dice.

El vidente sabe que no cree lo que dice.

6- El analista sigue sus propios consejos.

El vidente jamás lo hace.

En cuanto a la fiabilidad de sus predicciones ni uno ni otro tienen un margen de acierto mayor que tú o yo.



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