Islandia. La venganza.

Los islandeses se alimentan principalmente de reno, cordero y pescado. Cuando llegaron allí los primeros colonos la fauna terrestre de Islandia se limitaba a insectos y una variedad de zorro ártico. Esto último parece seriamente cuestionable, salvo que se tratara de un zorro insectívoro. Los renos y las ovejas llegaron después. Menos del 1% de la tierra es cultivable, y para eso hacen falta toneladas de fertilizantes, por lo que es de suponer que deben importar incluso la comida de los renos. Viven de la pesca y del turismo. Ahora nos parecen muy bonitos sus glaciares y sus géiseres pero a los primeros habitantes no les debió parecer muy divertido ser sorprendidos por un géiser que lanza agua hirviente mientras merendaban tranquilamente un insecto arrancado de las fauces de un zorro ártico insectívoro.

Durante los últimos años, tras más de 1.200 desde que Islandia es habitada, la población a duras penas ha superado la cifra de 300.000 habitantes, lo que demuestra que los islandeses no son grandes reproductores. Cerca de la mitad de ellos viven en Reikiavik, la capital, cuyo nombre se traduce como "Bahía Humeante" A esa baja cifra de población habrán colaborado las hambrunas y el clima, que solamente se vuelve benévolo al calor de la lava cuando un volcán entra en erupción o si uno se acerca a un géiser.

Son buenos jugando al balonmano. Recibieron la medalla de plata en los últimos Juegos Olímpicos. También islandeses son habitualmente los vencedores en los campeonatos internacionales de "El Hombre más Fuerte del Mundo". Jón Páll Sigmarsson y Magnús Ver Magnússon han recibido el galardón cuatro veces cada uno.

Hasta finales del siglo XIX no construyeron su primer puente ni su primera carretera, única vía de transporte terrestre hasta hoy. Tienen 12.691 kilómetros de carreteras de las cuales 9.429 están sin pavimentar. No tienen trenes. Durante las últimas décadas disfrutaron de un crecimiento económico imparable, pero hace pocos años el país se declaró en quiebra. Por todo lo antedicho, no es fácil vivir en Islandia, cuyo clima, que se declara "cálido", tiene una media anual de -3ºC. La isla es azotada regularmente por fuertes vientos y, por si fuera poco, ya no les dejan casi pescar ballenas, una de sus actividades preferidas.

Islandia se ha vengado del resto de Europa estos días. Uno de sus múltiples volcanes, al que en la prensa se han referido como "el volcán de nombre impronunciable" nos ha aislado, tal como ellos están desde siempre. Y ha hecho bien Islandia en enviarnos esa ceniza. "Pues ahora os jodéis y os echamos ceniza".

El vídeo de abajo es un descubrimiento mío, y desde ahora, mi canción preferida. Por favor, no te lo pierdas. Te juro que vale la pena.