Chimo Bayo, y cómo elegir las drogas.

El de arriba es Chimo Bayo con una gorra de la antigua Unión Soviética, donde, de haber vivido él hubiera terminado en un Gulag, probablemente con todo merecimiento.

La labor que emprenderemos hoy es la más ardua a la que nos hemos enfrentado en Glub. Analizaremos la letra de la más famosa de sus canciones "Ésta sí, ésta no", cuyo propio título anticipa un contenido cuando menos contradictorio. La canción comienza así:

Hoo!
Hoo ha!
Hea... hoo!

Ni Góngora hubiera sido capaz de empezar con tanta maestría la mejor de sus obras, pero a pesar de tan prometedor principio, acaso a la altura del mejor Santa Claus, pronto nos encontramos con ésto:

Chiquitan chiquititan tan tan
Que tun pan pan que tun pan que tepe tepe
Pan pan pan que tun pan que pin
Chiquitan chiquititan tan tan
Que tun pan pan que tun pan que tepe tepe
Pan pan pan que tun pan que pin
Chiquitan chiquititan tan tan
Que tun pan pan que tun pan que tepe tepe
Pan pan pan que tun pan que pin

¿Qué podemos decir? Ojalá tuviéramos la respuesta. Prevalecen los vocablos (por decir algo) monosilábicos, si bien esa regla general es rota por las "palabras": chiquitan, chiquititan y tepe. A priori podemos pensar que los versos anteriores son obra de un idiota, de un chimpancé, o más todavía, de un chimpancé idiota, pero pronto encontramos la respuesta: el autor se encontraba bajo el influjo de una droga de diseño. Nos lo explica sutilmente. Con la sutileza que emplearía una manada de lobos hambrientos para perseguir a un cervatillo a través de un campo de mimosas:

Ecsta si, ecsta no
Ecsta si, ecsta no
Ecsta si, ecsta no
Ecsta si, ecsta no

Una clara invitación al consumo de éxtasis y una prueba del criterio que, según Chimo Bayo, se ha de seguir para seleccionar las pastillas: una de cada dos, independientemente de la calidad del producto, de su precio y de la fiabilidad del camello que la suministre.

Si la conoces
Te gustará
Porque es la bomba
Que va a estallar
No tiene pegas
Porque es genial

Definitivamente, Chimo ha abusado de las drogas. Va a estallar una bomba, y a él le parece genial. La cosa va avanzando -no reproduciremos la letra íntegra por ser muy larga- hasta que llegamos a la parte más contradictoria de la canción:

No no no no-no no-no no si-si-si no no no-no no-no hoo!
No no no no-no no-no no si-si-si no no no-no no-no hoo ha!
No no no no-no no-no no si-si-si no no no-no no-no hoo!
No no no no-no no-no no si-si-si no no no-no no-no hoo ha!
No no no no-no no-no no si-si-si no no no-no no-no hoo!
No no no no-no no-no no si-si-si no no no-no no-no hoo ha!
Si-si no-no si-si no-no si no-no si no hoo ha! Hoo ha!
Si-si no-no si-si no-no si no-no si no hoo!

¿Qué nos quiere decir Chimo? Sin duda no lo sabe ni el propio Chimo. Su cerebro a estas alturas se encuentra fundido por el abuso de pastillas. Apenas acierta a negar no sabemos qué para desdecirse al instante, volver a cambiar de opinión y terminar diciendo alternativamente "hoo!" y "hoo ha!". Simplemente añadiremos que si no quieres acabar como él, deja ya las drogas de diseño, cuyas consecuencias, como ves, son desastrosas. Hoo ha!

Nos quedamos con el vídeo de Chimo. Observemos las luces que lleva en la cabeza y con las que pretende recuperar la lucidez perdida. Sin conseguirlo.