jueves, 12 de agosto de 2010

El hombre que quiere a los electrodomésticos.



Siendo yo mozo, y ante los resultados (nulos) de mi experiencia académica, mis padres pensaron que lo mejor que podían hacer conmigo era intentar que aprendiera un oficio. A mí no me pareció mala idea, pues yo mismo no tenía otra mejor que presentar. Así, me matriculé en electrónica. A los pocos meses dejé de creer en la electricidad. Perdí mi fe, como le pasa a algunos que ingresan en un seminario y dejan de creer en Dios. Desde entonces siempre que veo cómo una bombilla se enciende me pongo muy nervioso  y pienso que "hay algo, pero no sé qué". En el fondo, creo que la electricidad sólo se puede explicar como un fenómeno paranormal.

El martes se me estropeó la lavadora, y así entramos en materia. Llamé a un técnico y le describí los síntomas: "la lavadora no desagua ni centrifuga". Quedamos para ese mismo día por la tarde. Pero cuando el técnico llamó yo no estaba en casa. Él pareció contrariado. Yo lo achaqué en un principio a que mi ausencia trastocaba su plan de trabajo, aunque luego comprendí que el hombre estaba preocupado, no por él, sino por la lavadora. Pospusimos la visita hasta el miércoles, por la mañana temprano.

Puntual como un reloj atómico, al día siguiente se presentó en la puerta y se dirigió al lugar donde tenemos la lavadora. Tras accionar un par de mandos, y mirando al aparato con ojos compasivos, dijo:

- Ella quiere centrifugar. Quiere centrifugar, pero no puede -y acariciaba al electrodoméstico como un veterinario acariciaría a un caballo-. Es la bomba de agua, hay que cambiarla.

Abrió una maleta. Milagrosamente, sólo había en ella, aparte de las herramientas propias de quien desempeña su oficio, una pieza. Era una bomba de agua, del mismo modelo que la que estaba averiada. A partir de los síntomas descritos por mí el día anterior, cuando hablamos por teléfono, él había hecho un diagnóstico preciso y ya sabía lo que le pasaba a mi pobre máquina.

Procedió a realizar el transplante de la pieza. Pero antes revisó las escobillas. Yo no sabía que las lavadoras llevan escobillas, pero las llevan. Y tienen sentimientos.

- Hay que revisar las escobillas -dijo-. Pueden estar mal, y en casos así es mejor conocer la verdad.

Las escobillas estaban bien. Montó  la bomba y puso la lavadora a funcionar.

- ¡Mírala, mírala cómo centrifuga! -y le daba palmadas.

Antes de irse, dirigió una mirada lastimera al horno.

- La puerta no cierra bien -aseguró, preocupado- son las bisagras. Tiene arreglo.

De alguna manera, si bien jamás recuperaré mi fe en la electricidad, al menos sí alcancé cierto grado de reconciliación con ella, aunque su misterio se acrecentó. Desconozco si hay alguna jerarquía dentro del mundo de los técnicos que reparan electrodomésticos, pero en caso afirmativo, ese hombre debería ser obispo, por lo menos.



O Caimán do Río Tea, "Estou na lavadora"

7 comentarios:

  1. El hombre que susurraba a los electrodomésticos! No dejes sufrir mas a ese técnico y que te arregle ya la puerta del horno.

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  2. Pobre lavadora, algo así les pasa a los enfermos terminales.
    Cuando un doutor dice:
    ´´está intentando respirar por si mismo, rechaza el respirador automático....está luchando para vivir´´´
    Igual, ella quiere centrifugar pero no, no puede.
    Por suerte encontraste a una persona con sentimientos que lo entendió y fué capaz de salvarla.
    Ten piedad del horno, son solo unas bisagras, dale una oportunidad de vivir y déjalo en manos de un especialista.

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  3. Bueníiiiiiiiiiisimo, ya me pasarás los datos de ese tecnico, creo que mi lavadora empieza a pedir un médico. Y hazle caso a Santano y a Denosiña. Tu horno confia en ti

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  4. Alegría del Hogar13 de agosto de 2010, 19:37

    Muy bueno!! A mí también me gustaría saber los datos del obispo-técnico, parece todo un profesional!!

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  5. Fantástico Glub, sigo muerto de risa.
    ¿Que hay de los crímenes en serie?
    Un Serial Killer que sea Serial Killer no se conforma con 2, sería en todo caso BiKiller ¿Vendrá de ahí Bikini?, vale, me dejo de tonterías, el asunto es que quiero mas sangre.

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  6. Tremenda jeta que tienes!!!!!!!! si yo hablara de tus años de electricidad!!!!! aun espero mi coche fabricado por ti, con tus manos.

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  7. Dale cariño al horno y la puerta se arregla sola.

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