Sobre la Isla de Tambo, escribió Manuel García Morente:
"En medio de la ría, una isla, la Isla de Tambo, se mece entre las aguas como una ballena en descanso"La Historia de la Isla de Tambo, misma cuya imagen vemos arriba, transcurre paralela a la Historia de Pontevedra y su comarca. Diversas fuentes dan cuenta de una primera ermita fundada por San Martín Dumiense, obispo de Braga en el S. VI, e incluso hay quien supone en ese mismo emplazamiento un anterior templo pagano. Aunque obviamente no exiete soporte alguno que justifique esa suposición, tampoco es en absoluto descartable.
La fundación del primer convento se data en el S. VII, obra que se atribuye a San Fructuoso, quien también fundó el Monasterio de Poio, entonces benedictino (hoy mercedario). Dice la leyenda que Fructuoso llegó a Tambo caminando sobre las aguas, hecho que habremos de dudar seriamente, pero que en todo caso sitúa los orígenes de una primera población estable en la isla en tiempos muy remotos.
Esa fecha no desencaja con la noticia que nos habla de la presencia en el S. VIII de Don Opas como prisionero de Don Pelayo en la Isla de Tambo. Opas, obispo de Sevilla, actuó como embajador de los sarracenos ante Don Pelayo. Según cuentan algunas crónicas, Opas fue apresado por Pelayo y con idea de alejarlo del escenario de la contienda fue trasladado a Tambo, donde pasó una temporada antes de ser rehabilitado, lo que nos deja una historia con final feliz.
El primer documento que hace referencia a la isla es una donación del año 1105 hecha por el conde Don Ramón y referida por Sarmiento. En dicho documento se menciona a la isla como Thalavo. En 1116, en otra donación, esta vez a cargo de la mismísima doña Urraca, la llaman Tanavo.
En el S.XIII, en fecha anterior a 1270, tres caballeros de Pontevedra, llamados Juan de Magallanes (a quien supone Sarmieto posible antecesor del famoso navegante portugués), Paulo Sotelo y Benito de Bouzas se establecen como ermitaños en Tambo. La referencia en este caso la toma Sarmiento de Balthasar Porreño y sus "Linajes de Galicia".
Mucho después, nos ponemos ya en 1420:
"Hay un instrumento en Santa Clara en que uno manda tanto a los religiosos de Nuestra Señora o de Santa María de Gracia en la Isla de Taambo."Eso lo cuenta Fray Martín Sarmiento, que era un tío de fiar, quien afirma haber visto con sus ojos los citados documentos, y que era un gran estudioso que dedicó bastante tiempo a la isla. Él mismo da cuenta de otro papel, en el que en 1460 se cita a "fulano" Baldraes como "Hermitán" de Santa María de Gracia. Es de suponer que por aquella época, la isla era indistintamente mencionada como Tambo o como Santa María de Gracia. O de las dos maneras conjuntamente, como demustra otro documento, siempre citado por Sarmiento, que habla de dos frailes franciscanos establecidos allí en 1502 con permiso del Monasterio de Poio, también como ermitaños, en "Santa María de Gracia del Tambo".
En 1535 los benedictinos de Poio deciden dehacerse de la "toda la Isla del Tambo" en beneficio de Rodrigo de Portomariño, que era cura de Santo Tomé do Piñeiro. Pero por algún motivo, se dice que por la gran devoción que el pueblo tenía a la Virgen de Gracia, el Monasterio de Poio se arrepiente de su anterior decisión y en 1543 intercambia con Portomariño la isla por unas tierras en el propio Santo Tomé do Piñeiro, recuperando Poio la titularidad.
Sobre el origen del nombre de la isla, aunque hemos visto aquí una evidente evolución etimológica, el propio Sarmiento advierte que también fue llamada "Tumba", y no descarta que en época romana fuese utilizada como lugar de enterramiento, sosteniendo que era normal entre romanos y griegos utilizar islas para tal fin. Es cierto que no presenta documento ni fuente que lo acredite, lo que convierte tal afirmación en un mero supuesto, pero que en modo alguno debe ser descartado viniendo de Sarmiento, que nunca se equivoca.
Dejando en paz a Sarmiento, del que ya hemos abusado bastante, nos trasladamos a 1589, año en el que el famoso pirata Sir Francis Drake, de infausto recuerdo para nosotros, desembarcó en Tambo, arrasando e incendiando el convento y la iglesia. Las figuras que se encontraban en esta última fueron arrojadas al mar por el pirata. Una de ellas, la que representaba a la Virgen de Gracia, fue recogida por pescadores y trasladada a la ermita situada en el lugar de A Renda, donde aún hoy se venera como Virxe da Renda. Para nuestra fortuna, fue un noble de sangre gallega, Alonso de Sotomayor quien se encargó años después de vengar tamaño sacrilegio, derrotando a Drake en costas americanas, frente a Panamá, en la última batalla que libró el inglés, que se fue a la tumba como perdedor. Un caluroso abrazo a nuestro héroe Alonso de Sotomayor.
No fue la primera ni la última vez que los piratas utilizaron Tambo como escenario de sus ataques. En "Bayona antigua y moderna" obra escrita a medias por José de Santiago y Ulpiano Nogueira, publicada en 1902, se cuenta cómo el 26 de noviembre de 1610 dos barcos, el primero una carabela portuguesa cargada de azúcar y el segundo, un navío con carga de hierro, embarrancaron en Marín con idea de salvar sus cargas y naves de la voracidad de los piratas que los perseguían. Los piratas, que eran muy listos, abordaron las naves en tierra y sólo tuvieron que esperar a que subiera la marea para poner los barcos a flote y dirigirlos a Tambo, donde con total tranquilidad, durante dos días, procedieron a hacerse con la mercancía de ambas naves, valorada en 45.000 ducados.
El 4 de febrero de 1859 se pide al Consejo de Sanidad un dictamen relativo a la construcción de un lazareto en Tambo, que fue levantado poco después y que en 1867 ya se encontraba plenamente operativo, según podemos leer en el "Derrotero de las costas de España y Portugal", fimado en ese mismo año por un señor que se llamaba Pedro Riudavets y Tudury. La función del lazareto era la de poner en cuarentena a los marinos y pescadores ante sospecha de enfermedades. El lazareto fue trasladado posteriormente a la Isla de San Simón.
Parte de la Tambo pasó a manos de particulares después de la desamortización de Mendizábal. Fueron famosas las cacerías de conejos organizadas por Montero Ríos, uno de sus propietarios. A partir de 1889, Tambo fue utilizada durante unos años como penitenciaría militar.
A mediados del pasado siglo, la Isla de Tambo fue transferida a la marina, quien la utilizó como polvorín, hoy abandonado. En realidad, el mayor provecho que sacó el ejército a la isla fue el de utilizarla como playita veraniega para exclusivo uso de marinos y familiares. Un agravio que el pueblo de Poio, legítimo propietario de la isla, pudo apreciar a simple vista durante décadas.
Es necesario que el Concello de Poio recupere ya todas las competencias sobre la Isla de Tambo. La isla, a la que se le ha denegado su inclusión en el Parque Natural de las Islas Atlánticas, tiene un futuro tan grande como su pasado. La antigua capilla dedicada a San Miguel y el lazareto están en buenas condiciones para ser restaurados, y su cementerio medieval es casi único en la comarca. Y hay que tener en cuenta otra cosa: Tambo puede ser una auténtica mina arqueológica. Como mínimo, 14 siglos de nuestra Historia permanecen vírgenes de la voracidad constructora de los últimos años. Sin descartar una posible presencia romana que supone Sarmiento, hay evidencias para sostener que la isla pudo estar habitada a partir del S. VI como mínimo. Tambo puede contarnos mucho sobre la Historia de Pontevedra y su comarca. Por allí han pasado frailes, caballeros, ermitaños, piratas, apestados y presos. Y todo lo que dejaron ha permanecido libre del expolio sistemático y del urbanismo desaforado. Es muy probable que sigan allí los restos de uno de los primeros conventos construidos en Galicia, y de sus posteriores reedificaciones. Y puede representar para el Concello de Poio un atractivo turístico de primer orden. Tambo puede ser un maravilloso museo al aire libre que nos cuente nuestra Historia desde el principio de los tiempos.
No cometamos el error de Alfonso Pérez Nieva, un auténtico fulano a quien la isla le estorbaba la perspectiva. En una obrilla titulada "Por las Rías Bajas" este hombre que llegó a Ministro de ¡Bellas Artes!, escribía la siguiente sandez:
"¡Lástima que la mole de la Isla de Tambo corte la visual y destruya lo que de otra suerte resultaría una bahía magnífica!"¡Lástima que hayamos tenido que aguantar a ministros como tú!
Gracias por acercar, una vez mas, nuestro pasado al hoy.Sigue contandonos cosas como estas, pocos lo hacen.Un abrazo,
ResponderEliminarGrandísimo trabajo, Glub. A pesar de que en el título lo defines como "breve" creo que es lo más extenso y documentado que he leído sobre Tambo.
ResponderEliminarVaya ministro de bellas artes. Uns historia muy entretenida, Glub, ya tocaba un poco de seriedad, y hablando de seriedad, me voy otra vez de botellón, que eso también es importante. Femia, un bico. ;-)
ResponderEliminarPor cierto, Tambo no pertenece a Marin, cosa curiosa, me recuerda al Condado de Treviño en Alava o a Ademuz en Valencia, y mas sitios que darian muchas historias...
ResponderEliminarMe acuerdo que cuando lo del accidente del Prestige, al prohibirse la pesca y sus artes, una ballena se dedicó a merodear por la isla de Tambo durante unos días.
ResponderEliminarYa va siendo hora de que Tambo sea devuelta al pueblo. No tiene sentido que la marina siga teniendo competencias sobre una isla que ya no tiene utilidad para ellos desde hace muchos años
ResponderEliminarNon coñecía moitos dos datos que se procuran no teu texto. Unha boa pesquisa. Non sei de onde sacas tanta información, pero é unha importante aproximación á historia da illa. O tema de don Opas, por exemplo, é novo para min, e algúns outros. Para todos, a illa de Tambo é ese lugar vetado que sempre se podía mirar pero dende lonxe.
ResponderEliminarEn estas mismas fechas, 7 de diciembre de 1772, fallecia el Padre Sarmiento.
ResponderEliminar"El tanto estudio acabó con la vista del sabio polígrafo Fray Martín Sarmiento,a las cuatro de la tarde entregó su alma al ceador. En su partida de defunción dícese que y que con inclusión, claro está, del idioma gallego, por el que tanto hizo.
Estaba próximo a cumplir los setenta y ocho años"(Modesto R.Figueiredo)
Aún perdura la incompetencia de aquel ministro, declaran que la isla no se incluye en el Parque Nacional "por su escaso valor ecológico". Igual estos iluminados buscaban dinosaurios, o es que tienen en su jardín una piscina de carrefur y eso es más chachi, que una isla en la mejor Ría del mundo.
ResponderEliminarBuen trabajo, Glub, al que me permito, con tu permiso, hacer dos comentarios.
ResponderEliminar1.- En el Palacio de Lourizán hay una mesa de piedra de grandes dimensiones y en una sola pieza que, según dicen, fué hecha con una enorme roca procedente de la Isla de Tambo en los tiempos en que ambas propiedades pertenecían a Montero Rios, es digna de ver.
2.-Ha habido incursiones de piratas a las Isla de Tambo en los años 70 del pasado siglo, acudían en piraguas de fibra de vidrio y procedían de la playa de Chancelas, en alguna ocasión fueron interceptados por embarcaciones de la Armada española impidiendo su desembarco aunque en muchas otras no pudieron evitarlo.
No se reportaron daños de estos desembarcos.
Si esa mesa hablara señor Santano. Por la finca de Lourizán desfilaron las personalidades mas influyentes del país. Montero Rios, encabezó la delegación española del tratado de Paris,por el que perdimos Cuba, Filipinas ... no pasa nada, nos vinimos cantando.
ResponderEliminarRespecto a las incursiones piratas en fibra de vidrio, el señor administrador ya ha sido emplazado a relatar tales fechorias...pero pesa la pena del consejo de guerra y no ha contratado a Legálitas...
Muy interesante. Para mí son nuevos casi todos los datos, quién iba a decir que una isla tan pequeña tuviera tanta historia detrás, y mira que la tengo visto desde la playa. Desde hoy la veré con otros ojos
ResponderEliminarEso, eso que cuente lo de las incursiones de piraguas
ResponderEliminarInteresantísimo. Es cierto que tenemos la isla ante nuestras narices y no sabemos nada sobre ella.
ResponderEliminarDesembarco!!!
ResponderEliminarBicos, Larinha. Dun tempo para eiquí estás sen freos con tanto botelhón. Así me ghusta, rapasa. A pasalo ben.
ResponderEliminarBoto de menos a Bolingha. Se estás eiquí, maniféstate gholpeando tres veses a mesa.
Apertas.
Da gusto recoger buena información de nuestra tierra sin moverse de la silla. ¡no hay dinero que lo pague!
ResponderEliminarIncreible que haya tanta historia en un pequeño pedazo de tierra en mitad del mar y sí es una pena que la tengan infrautilizada, aunque tampoco creo que sea bueno someterla a una invasión mutitudinaria de turistas. Parque Natural y visitas controladas.
ResponderEliminarDibujas tan bien tu tierra que me entran ganas de ir a conocerla.
Bolingas, eso, manifiestate.
ResponderEliminarAprovecha para explicar, ya que glub no recuerda, las incursiones piratas en piraguas.
Phryne anímate y si no conoces las Rias Baixas, no sabes lo que te pierdes.
Femia, eu sempre estou preto de vos, inda que non sempre escriba.
ResponderEliminarSantano, das incursions a tambo, nos anos 70 ou non había nacido ou vivía noutro pais, así que pouco podo contar. sen embargo, nos anos 80 si que estaba/mos eiquí, así que desas si podo decir que tí nunca fuches capaz de dar mais de duas remadas, iso as poucas veces que mantiveches o equilibrio dentro dela, xa te costa mantelo andando, imaxina nunha piragua.
Bolingas, gracias por mamnifestarte, que es cuando se manifiesta un mamón(con perdón), recorrí toda la ría en piragua y debe haber fotografías cuando iba delante, en 1 lugar, en la Regata Principe de Asturias junto con un primo tuyo y mío tambien.
ResponderEliminarEfectivamente las incursiones fueron en los 70´s y se prolongaron en los 80's.
Muy buena entrada Glub, siempre me encantó la isla de Tambo y eso que no sabía todo eso. La primera vez que fuí a Tambo fué en piragua, Santano iba remando que de aquellas tenía más energía. También fuí a Tambo con el gran Bolinga en velero
ResponderEliminarSoy Manuel.El pasado dia 10/09/2011,pise por primera vez la isla de tambo,algo que deseaba desde mi infancia,pues tengo 59 años y nunca tuve esa oportunidaz. Me gusto muchisimo y espero que la respeten y que siga fluyendo su histori que me parece hermosisima y que siguiendola pude descubrir cantidad de cosas que no sabia de ella y otras,Muchisimas gracias por ilustrarnos con tu trabajo te animo a que continues contando mas historia.Un saludo.
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