lunes, 28 de febrero de 2011

Escándalos en Pontevedra

 

Tres gravísimos casos que afectan a los tres partidos de nuestra ciudad no nos dejan dormir últimamente. El primero de ellos, en el que se ve involcrado el propio alcalde reviste especial gravedad: el alcalde ha comprado una silla para su despacho. Hay que tener morro. ¿Para qué quiere sentarse? Un alcalde debería estar siempre tirado en la alfombra. Podría recibir a sus visitas en chándal y con un cartón de vino a su lado. ¿A quién se le ocurre que un despacho de un alcalde tenga una silla? Habráse visto. Lo que necesita un alcalde es una flauta y un chucho abandonado. Como mucho puede tener una silla de esas plegables, de lona, de las que usan las señoras para ir a la playa, con asiento de flores estampadas. Las venden los chinos. Las personas que acudan al despacho del alcalde podrían sentarse en esa sillita y el alcalde se acomodaría sobre sus rodillas para despachar con ellas. Pero una silla de despacho en un despacho, ¿a quién se le ocurre? Nadie necesita una silla. Las sillas son cosas de nuevos ricos horteras y ostentosos. Pero claro, uno llega a la alcaldía, toca terciopelo, se le sube el cargo a la cabeza y acaba sentándose en una silla. No hay derecho. Y eso es el principio. Se empieza por una silla y un día nos aparece con un lápiz.


Luego está el cartel sexista del concejal de cultura. Pues no se le ocurre otra cosa que hacer un cartel y poner a una chica. Todo el mundo sabe que los carteles no pueden tener chicas. Tienen que ser totalmente blancos, pero una imagen en un cartel es algo estúpido, y más si es de una chica. Las imágenes de chicas están prohibidas y los que hacen ese tipo de carteles deberían ser fusilados antes del amanecer.


Y ya el tercer escándalo, el peor. Llega el presidente de la Diputación Provincial y va y hace una gala del deporte en una ciudad de la provincia. No hay derecho. ¿Nos estamos volviendo locos? Así se hunde nuestra ciudad, con alcaldes que se sientan, concejales que hacen carteles y presidentes que celebran actos. Y cada uno de esos gravísimos escándalos, como he dicho, afectan a uno de los tres partidos que tenemos en la ciudad. Si seguimos por este camino, acabaremos viendo jardines con flores, ríos con agua o libros con páginas, que ya era lo que nos faltaba. Es indignante. Inadmisible.

11 comentarios:

  1. En este blog no se hablaba de política, no?

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  2. ¿Solo hay tres pertidos en Pontevedra? Te olvidas de tus amigos de Pontevedra Alternativa ;)

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  3. Y de UPyD, el Partido Humanista, Iniciativa por Placeres, Izquierda Unida, Falange Española...

    No escribía sobre partidos resgistrados. Escribía sobre partidos que a fecha de hoy tienen representación institucional. Es el caso de mis amigos del BNG, PP y PSdeG-PSOE, que yo amigos los tengo en todas partes.

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  4. Glub, habla de quien quieras, que caray.
    Una puntualización con el sillón del alcalde, el problema no es el sillón, es el precio del mismo ya que la posaderas del regidor pueden posarse en silla, sofá, sillón y en lo que guste el insigne alcalde, la cuestión es que al parecer tiene trasero de princesa de cuento y no le sirve cualquier sillón como los que usamoslos mortales, necesita uno especial, o espacial mejor dicho.

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  5. Sen ánimo de entrar en debates políticos, direi soamente que a cadeira da alcaldía podía ter custado un pouco menos... ou un pouco máis. O da cadeira do alcalde é un argumento de pouco peso, pois falamos de que podía ter aforrado trescentos ou catrocentos euros.

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  6. Eso, Glub, tú habla de lo que quieras, si hay tres partidos hay tres partidos ;-)

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  7. Eso es lo que hace la política. Se lanzan cortinas de humo y no se investigan los verdaderos casos. Los tres partidos porque efectivamente son solo tres como dice Lara, ya que lo demás son propuestas exóticas y afanes de protagonismo desmedido, se inventan escándalos inexistentes para restar votos al rival, pero mantienen pactos de silencio sobre escándalos verdaderos. Lo de la silla, lo del cartel y lo de la Gala del deporte son chorradas como tú dices

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  8. Sempre fuches moi amigueiro, e ogallá o sigas sendo.

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  9. Muy bueno, Rodrigo, así se denuncian los escándalos cuando son tan poco escandalosos

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  10. ¿Vuestro alcalde se ha comprado una silla? Tienes razón Glub, no sé como se atreve. Grandísimo escandalo, o escandalazo

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