miércoles, 9 de marzo de 2011
El semáforo que quiere hablar con un noble
Hubo un tiempo en que las palabras se utilizaban bien. Un señor era un señor, dueño de sus tierras y sus vasallos, y no debía obediencia más que a su rey, siempre y cuando le apeteciese. Incluso el tratamiento de "don" era un título en sí mismo, reservado a los miembros de la nobleza; un caballero era un caballero, y nadie que no lo fuese podía poseer un caballo. No digo que eso fuera bueno, pero era así.
En Pontevedra vive un señor descendiente de los Churruchaos, antaño poderosa familia. Los Churruchaos ahora llevan el apellido Deza porque en el S. XIV un Churruchao asesinó a un arzobispo de Santiago que fue a morir frente al altar mayor de la catedral. Como castigo se les impuso la pérdida del apellido, por lo que todos los Churruchaos adoptaron el Deza de la comarca gallega de la que son originarios. Otro Churruchao era el ficticio Carlos Deza de Los Gozos y las Sombras, que se enfrentaba al señorito (no señor) Cayetano Salgado, un cacique, nuevo rico.
El Churruchao de Pontevedra, que no es un personaje de ficción, se encuentra todos los días cuando va hacia su casa o sale de ella con un semáforo parlante. El semáforo siempre se dirige a él: "rúa Uxío Novoneyra. Peón, pode pasar".
El Churruchao se indigna y se niega a seguir las instrucciones de nadie, y mucho menos si ese nadie es un puñetero semáforo. "Yo soy un Churruchao. Nadie me llama peón". El semáforo, que habla en gallego, no le llama "peón" sino "peatón", y él lo sabe, pero le da igual y busca otro lugar por el que cruzar. Si tiene que dar un rodeo lo da y si hace falta se arriesga a morir atropellado, pero él no habla con semáforos.
El semáforo no entiende nada y cada vez que ve al Churruchao, repite: "rúa Uxío Novoneyra. Peón, pode pasar". Nunca habrá entendimiento entre ellos y yo los comprendo a los dos. Él es un caballero de edad avanzada que no quiere someterse a los dictados de un artilugio que le habla de igual a igual. En otros tiempos que quizás el Churruchao recuerde, para dirigirse a sus abuelos había que pedir permiso y hacerlo con respeto.
El semáforo, por su parte, insiste. Yo creo que ese semáforo tiene sentimientos, como aquellos árboles de El Bosque Animado de Fernández Flórez. Pero hace todo lo que puede hacer: invitar una y otra vez al caballero a cruzar la calle de la única manera que sabe y con las únicas palabras que conoce. Y sufre la indiferencia desdeñosa del Churruchao, quien por su parte se resiste a despojarse de siete siglos de dignidad bien entendida.
Esa lucha sin fin que mantienen el Churruchao y el semáforo es como la que mantenían, en la obra de Torrente Ballester, Carlos Deza y Cayetano Salgado. No habrá nunca solución a la vista, ninguno de los dos cederá jamás porque ambos saben que tienen la razón. Y los dos se comportan como se tienen que comportar porque han sido diseñados para ello, por lo que ni uno ni el otro tienen la culpa del desencuentro. Una metáfora de la vida misma, porque todos somos un semáforo al que un Churruchao ignora, y a la vez somos un Churruchao al que un semáforo no es capaz de entender.
Hostias, qué bonito me ha quedado.
Nos vamos por hoy con una canción triste. Le Mans, se llamaba el grupo.
Etiquetas:
Humor,
pontevedra
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Unha historia fermosa e moi ben narrada, eu atopo que hai na miña traxectoria moitos desencontros como este que nos contas, a vida mesma, como dis ti.
ResponderEliminarBicos e espero mais entradas coma esta.
Si supieras la cantidad de veces que yo me he sentido como ese señor o como ese semáforo... Estoy con Brianda, una hermosa y triste historia muy bien contada a la que le sobra la ultima frase y la etiqueta de humor.Cuando quieres eres adorable, no lo disimules
ResponderEliminarDúas precisiós:
ResponderEliminar1. Estos mañufes cambiaron o nome literario de Uxío Novoneyra; a rúa chámase Uxío Novoneira. Téñenlle fobia ó "y", que non existe no galegués.
2. O semáforo parlante, con voz de comisario político, deconstrúe o apelido literio do poeta carelao: "Rúa Uxío Novo Neira... (despóis ven o insulto) Peón, pode pasar".
E todo por qué? Porque o ano pasado editouse un libro (acaba de saí-lo segundo tomo) con prosas recuperadas do noso poeta. E nesas prosas Novoneyra manifesta o seu divorcio do que está a face-la Academia coas normas do 83; tamén está en desacordo co ILG, coa AS-PG e cos reintegracionistas. E chámalle ó enxendro que se foi montando despois dun longo proceso de enxeñería social estalinista "a lingua da non-patria".
Consecuencia: Estos mañufes, rencorosos, o pasado ano non montaron o escaparate do Día das Letras Galegas, instalados como están no galegués.
E menos mal que Novoneyra non chegou conoce-las últimas normas: as do "grazas" e outra caralladas na súa teima de nos "educar", de que despois de decir "xustiza, sentenza, grazas, xuizo, etc.." acabemos por decir como os portugueses, Galiza, coas súas normas da deriva pra se acobillare no idioma d´alén Miño.
¡Pero esquecen estos malditos que dentro da vaina luso-galaica-brasileira-caboverdiana e algo máis, os brasileiros, que son maioría, din Galicia!. Así de claro. Se non só eso, senón que os portugueses prefiren falare castelao cos brasileiros, o mesmo que fan cos galegos.
Gústalles usar peón e peonil, palabras con polisemir que o común dos galegos pode relacionara con peón camiñeiro, obreiro non especializado, mesmo con trompo. Daquela, a zona peonil sería algo así como o terreo pra xogare ó trompo, peón ou buxaina.
Saúdos.
Cando remitín o comentario tiña a vista mazada. Aprecio agora que o texto contén media ducio ou máis de erratas, que coido son entendible como tales.
ResponderEliminarNon vou a polemizar, pero tampouco me vai a ensinar a lingua da Galiza quen a fala tan mal.
ResponderEliminarGrande Glub.
Grazas.
Ya tengo otra vez a Lobata, Lobezna o Lobita, ese hombre, tratando de alimentar su alicaído ego a nuestra costa y subiendo las estadísticas de mi blog. No publicaré sus mensajes mientras no aprenda a escribir al menos el apellido López, lo que no sucederá jamás, pero tampoco los vuestros metiéndose con su madre, que bastante tiene ya la pobre.
ResponderEliminarjajaja eso, Glub dejemoslo en paz a el y a su mamá. XDDD
ResponderEliminarbuenisima la historia del semáforo y el churruchao, menos mal que cambiaron el apellido, Deza queda mejor ;-)
Estou con Coco como de costume. Para a nosa desgraza, o galego fálase como se fala, foito de séculos de clandestinidade na súa práctica. Váleme tanto o galego de Novoneyra como o do Sr. Xesús López. A diferenza entre Xesús López e eu é que eu non tento ensinar nin impoñer o meu galego a ninguén.
ResponderEliminarEl semáforo y el Churruchao están condenados a no entenderse. Como siempre, muy buen post.
ResponderEliminarBuenísima entrada Glub, "todos somos un semáforo al que un Churruchao ignora, y a la vez somos un Churruchao al que un semáforo no es capaz de entender". Perfecto y tan cierto!!
ResponderEliminarPara mi Churruchao:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=WnM6xE3CJdE
Hai algús, polo que vexo, que aínda non aprendereon qu´os idiomas son creaciós da sociedade, que mesmo os ingleses non teñen Real Academia.
ResponderEliminarHai algús, xa digo, que arrimados á teima luso-galaico-brasileiro-aocaboverdiana, non aprenderon que no Brasil, e son maioría, din Galicia, nunca Galiza, palabra que hai tempo que morreu no decorrer da fala. Así de claro.
Así como outros non queren entender que o galego é unha língua viva que, academias aparte, cada un pode falar como lle saia dos collóns. Eu nin sei como se di Galiza no Brasil nin me interesa, só sei como quero pronunciala e escrebile eu. Así de claro.
ResponderEliminarOtra estupenda entrada Glub.
ResponderEliminarEn Galego, como en Castelán e en calquera lingua viva, hay moitas maneiras de falar, escribir etc., non e un tema exclusivo do noso idioma.
A seguinte vez que vexa un semáforo eille de preguntar pola sua opinión, seguramente mais valiosa ca de moita xente.