Automedícate

Uno se levanta un día con una infección en la garganta. Acude al ambulatorio y le dice a su médico de cabecera:

- Tengo una infección en la garganta. Necesito un antibiótico.

El médico, que suele ser una persona a la que no le gusta que le digan lo que tiene que hacer, coge un palo, se lo mete en la boca al paciente.

- Tiene usted una infección en la garganta. Le recetaré un antibiótico.

Eso cuesta a las arcas de todos unos millones al año. Lo lógico sería que pudiese ir uno directamente a la farmacia y comprar el antibiótico. Soy un firme defensor del autodiagnóstico y la automedicación. Yo me automedico siempre, que es algo que me viene de familia.

Almax Forte en sobres para las cuestiones estomacales. El Almax es nuestro amigo. También el Omeprazol, pero tiene el inconveniente de que hay que tomarlo antes de que sobrevenga el problema y uno nunca se acuerda. Tranquimazin 0,25 y Dormidina 25 para dormir. Te tomas uno de cada y a los diez minutos duermes como un bebé. Para los dolores de cabeza cualquier analgésico. Paracetamol está bien, pero últimamente me va más el ibuprofeno. El mejor sabor se obtiene mezclando Espidifen 400 y Neobrufen 600. Delicatessen.

Para las alergias, Reactine va bien si se complementa con Rhinocort; en los antibióticos soy un clásico: amoxicilina, preferentemente Clamoxil 500, si se toma con cerveza. En caso contrario, mejor tomar dos cápsulas en vez de una. Las neumonías con Ciprofloxacino Normon.

También guardo fidelidad al Frenadol de toda la vida, con azúcar. Es muy ácido para tomarlo a pelo. Y consumo Ventolín. No soy asmático, pero mola.

Cuando duermo la siesta echo baba. No tiene nada que ver con lo anterior, pero tampoco era cosa de hacer un post para eso.