El Gobierno de España acaba de aprobar una ley que prohíbe la venta en colegios de bollería y refrescos. Lo que toca ahora es que las industrias que elaboran estos producos manden a la calle a la mitad de sus trabajadores.
Hasta hoy, la bollería era un producto que consumían principalmente los niños y los yonquis. No le auguro yo a Bimbo una etapa precisamente próspera fabricando tigretones sólo para yonquis. Dejar a los fabricantes de bollería sin niños es como obligar a Firestone a vender únicamente ruedas de bicicleta.
Es esa manía que nos ha entrado de mirarnos siempre en el espejo de los norteamericanos, que presumen de liberales pero no hacen otra cosa que prohibir y decir a la gente lo que tiene que hacer. La excusa es que hay mucha obesidad infantil. Yo voy por la calle y no veo tantos niños obesos. Igual se esconden a mi paso: "escóndete, niño gordo, que viene Rodrigo". Creo que la obesidad infantil es el menor de nuestros problemas y que ojalá nuestro gran problema fuera ese.
Si unos padres tienen un hijo gordo que lo pongan a dieta si quieren, pero a un niño normal no se le quita la bollería, coño, salvo en EEUU y en Corea del Norte. Yo me crié en México, el país que fabrica la mejor y más variada bollería industrial del mundo. Y cuando me vine a España empecé a engordar. Es el cocido, estúpidos.
A mí me encanta la bollería y no soy niño ni yonki, pero tienes toda la razón
ResponderEliminarLa obesidad infantil no es culpa de la bollería en los colegios, si no de padres superocupados e hipotecados hasta las cejas que llenan la nevera de comida rápida.Y falta de ejercicio, que algunos rapaces no saben qué es una bicicleta.
ResponderEliminarLo siento Glub, pero el cocido es el plato variado por excelencia de nuestra gastronomía y no engorda, enriquece el espíritu
¿Un mundo sin Phoskytos? NO, GRACIAS.
ResponderEliminarUnha cortiña de fume máis para que olvidemos a nosa ruina.
ResponderEliminarSigo pensando que tenemos un gobierno de imbéciles.
ResponderEliminarTal y como estamos y estos memos pensando en idioteces.
Además, los gorditos latinos somos bonitos, los yankies son extraobesos, eso es otro tema.
El único genio que hay aquí eres tú. Argumentar de manera tan magistral que es más saludable un pastel radioactivo que es pura química, que un tradicional cocido deja claro con que clase de gran escritor hemos topao.
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