jueves, 11 de agosto de 2011

Cuando éramos mileuristas


Uno -me dijo un día un amigo que es un gran pensador- nace desnudo, ensangrentado, asustado, indefenso, ciego, vulnerable y llorando. Luego todo empeora.

Hace no mucho tiempo España era un país de mileuristas. Eran tantos que alguien tuvo que acuñar el término para referirse a ellos. Hoy han desaparecido todos engullidos por las oficinas del INEM. Ya nadie habla de los mileuristas porque son pasado. De una manera más bien perversa se cumplió el deseo de aquella sociedad que exigía el fin del mileurismo. El mileurismo se terminó y llegó algo peor, que podríamos llamar el ceroeurismo.

La generación de yuppies mariocondianos dio paso a la de los metrosexuales. Luego llegaron los mileuristas y ahora estamos instalados en la nada.

Y todos aquellos que querían dejar de ser mileuristas hoy darían un riñón por volver a serlo. Recuerdan esa escena de La Vida de Brian en la que un prisionero, tras años colgado boca abajo se quejaba a Brian: "a ti te escupen. Ojalá me escupieran a mí."

Creíamos entonces que aquella situación era tan mala que sólo podía mejorar. Pero simplemente estábamos como los pobres japoneses, aliviados tras el terremoto sin sospechar que el tsunami estaba a punto de llegar.

De igual manera desaparecieron aquellos mileuristas, reclamando un aumento. Muchos de ellos se transmutaron en indignados porque no sólo no consiguieron el aumento, sino que por el camino perdieron sus míseros mil euros.

Hemos caído tan bajo que ya ni nos escupen. Ojalá nos escupieran.

5 comentarios:

  1. Tengo pensado grabarme en un CD (pirata, of course), toda la selección musical de este blog. Pondrá en la carátula: "Banda sonora de Glub, el blog de Rodrigo Cota" y llevármelo al coche para ir de viaje.
    Sí. Ahí toda seguida quedará de PM. Ya te lo contaré.
    (De la entrada no hablo nada porque me afecta mucho y luego he de andar a por la valeriana y otras hierbas)

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  2. Buen Post. Aunque creo que con el tiempo nos escupirán y nos pelearemos por estar en primera fila.

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  3. Yo aún lo sigo siendo, pero sí he visto rodar cabezas a mi alrededor, creo que retomaré los estudios...como si eso sirviera para algo.

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  4. Hay muchos culpables de esta situación, pero el primero, como no:
    Zapatero, ejemplo de ineptitud.
    Si alguien lo hubiera convencido de que, en vez de gobernar, educase a sus hijas, otro gallo nos cantaría.

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  5. ..."nace desnudo, ensangrentado, asustado, indefenso, ciego, vulnerable y llorando. Luego todo empeora"

    A veces, con sorpresa se hace buena persona. Como gente que escribe por aquí. Pero eso es otra historia. Como siempre Cota, con coña o no, tocas la última nota, la que queda al final.

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