Las fiestas de Peñas en Pontevedra
Redacción. Por Felipe López Castro.
Las fiestas de Peñas se celebran en Pontevedra coincidiendo con las corridas de toros. Eso es así porque tienen su origen en las peñas taurinas.
La fiesta, en pocas palabras, consiste en que los muchachos de la villa y varios millones más que vienen de los alrededores se reúnen para vomitar. No es que lleguen, vomiten y se vuelvan a casa. Eso no tendría gracia. Quedan a las cinco de la tarde para vomitar a partir de las tres de la madrugada. Las diferentes peñas se visten con un uniforme propio que se diseña y encarga con semanas de antelación. Es el espíritu gregario tan propio de la juventud.
La liturgia tiene su importancia: el día señalado para vomitar salen temprano a comprar ingredientes para elaborar calimocho, que es utilizado como remedio infalible para provocar el vómito deseado: un cubo, vino tinto barato y refresco de cola. Luego chillan y ríen como posesos durante la tarde-noche. Algunos vomitan antes de hora y se ganan el desprecio de sus amigos. Los líderes de las peñas o aquellos que desean disputarles el liderazgo además de vomitar hacen caca, signo de distinción entre ellos, que lo consideran muestra de valentía. Cuando un peñista además consigue vomitar sangre o ser ingresado con un cuadro de coma etílico, es considerado en adelante una deidad por el resto de la juventud.
Si bien cada peña conforma un núcleo independiente, diferentes peñistas interrelacionan con miembros de otras peñas y son frecuentes los apareamientos irresponsables y los consecuentes embarazos no deseados. Se conocen varios casos en los que se han pedido análisis de ADN a todos los varones que pueblan el planeta para identificar a los padres de las criaturas concebidas en estos días, ya que las chicas embarazadas se limitan a declarar: "sólo recuerdo que llevaba una camiseta".
Igualmente, son habituales los encontronazos entre los participantes en la fiesta. Pero ninguna de estas actividades consideradas como partes secundarias de la tradición desvía a los alegres muchachos de su objetivo final: vomitar.
El vómito ha venido alcanzando en España una función social cada día más relevante. La prueba es que en la última edición de Supervivientes las dos concursantes más histriónicas e inestables, Aida Nízar y Sonia Monroy lo utilizaron como vehículo a la gloria con excelentes resultados.
El éxito de los días de peñas se mide en Pontevedra por la cantidad de vómitos que los pobres barrenderos tienen que limpiar al día siguiente temprano. Cierto que, a pesar del crecimiento que ha venido experimentando en los últimos años, de todas las fiestas de vomitar que se celebran en España la de Peñas de Pontevedra es por el momento una de las más modestas y de menor tradición, nada que ver con las de San Fermín, por ejemplo, las primeras de ese estilo, que tanto disfrutaba Hemingway, otro tipo inestable que así acabó, pegándose un cartuchazo.
Grandísimo Cota, irmao "...Só recordo que levaba unha camiseta..."
ResponderEliminarSodes malos ,o único problema que teñen os rapaces é que lles sentan mal as porcalladas que comen. Que non saben comer... e non lles asenta no estómago o viño que toman.
ResponderEliminarasi es y lo digo yo que soy peñista jajajjajjajjajaja
ResponderEliminarDunha festa que ten coma orixe as touradas non se pode esperar nada bó. Tempo é de que tomemos exmplo da Cataluña e acabemos co sufrimento de animais.
ResponderEliminarExagerao!! llevo casi 20 años de peñas y no vomité más de 15 veces!
ResponderEliminarCuidao, aún hay clases.
ResponderEliminarQue no es igual un gómito de mariscada con alvariño que uno de hamburguesas y jot dog con calimocho.
Habría que establecer una clasificación de vómitos.
Si necesitais ayuda para hacerla,y sabeis contar, no conteis conmigo.
Qué temazo!
ResponderEliminarDias de peñas, datas para fuxir de Pontevedra, entre sangue de touro e invasión de touristas fachas.
ResponderEliminar