jueves, 29 de diciembre de 2011
Crónica de un escritor congelado III
Cuando pedimos té nos trajeron varias cosechas. Pero al pedir cerveza nos traen solamente dos cajas de doce botellas. Tenemos que pagar veintiséis dólares. Es la primera vez que nos cobran algo. Decidimos entonces celebrar una fiesta de la cerveza y las bebemos esa misma noche. Al día siguiente volvemos a encargar cerveza. Ésta vez cuesta cuarenta dólares. Esta gente sabe cómo hacerte entrar en razón.
Ahora ya tenemos cocinero. Los cocineros en Chicago se llaman Álex y son en parte mexicanos, aunque no hablan español y cocinan como los ángeles. No estoy del todo seguro de que esto sea realmente así, estudios más serios y que habrán de realizar personas con más competencias determinarán si mi teoría es cierta. Yo he obtenido el dato haciendo una sencilla extrapolación empírica de todos los cocineros que yo conozco aquí (Álex) a todos los demás.
Éste es un país temeroso, o al menos sus gobernantes lo son. Los controles en los aeropuertos son inhumanos, los camareros tienen la obligación de exigir a todos los que piden una bebida alcohólica que demuestren que tienen más de veintiún años. Da igual que salte a la vista que el cliente tiene como mínimo ciento cinco. Son normas estúpidas y todos lo saben, pero se cumplen. Desde el 11-S este país se ha vuelto loco. No sé hasta qué punto son conscientes de ello, pero hemos visto cosas increíbles.
En una oficina a la que nos llevan para resolver unos trámites, una chica nos pide una identificación. Yo muestro toda la que llevo encima: mi DNI y mi carnet de conducir. La chica palidece y dice que esos documentos no son válidos porque no están en inglés. Yo trato de explicarle que el reino de España no identifica a sus ciudadanos con documentos en inglés. Ella no lo entiende. Pregunta cuál es el número del documento. Se lo enseño y tras un instante de duda me dice que tampoco puede aceptar ese número porque no sabe si está en inglés. Tratamos de hacerle entender que la numeración arábiga predominante en buena parte del mundo, los EEUU y España incluidos, no se traduce, y que un siete expresado así: "7", es el mismo siete en inglés y en español. Ella dice que desconoce si eso es así y que tampoco está dispuesta a comprobarlo, que no se la juega. Tiene que presentarse la responsable del proyecto para resolverlo. Este país se está burocratizando hasta límites que sobrepasan lo kafkiano.
Para nuestra desgracia, desde que tenemos chef no hemos visto el exterior. Esto ya empieza a parecer un reality. Espero ver aparecer en cualquier momento a Pocholo entrando por la puerta y preguntando entre espasmos quién ha roto su mochila. Intento explicarle a un inglés quién es Pocholo pero no lo consigo ni con el traductor de Google. Llamo a la intérprete. Le pido que me traduzca: "Pocholo es un español muy popular cuya familia estaba eparentada con la de Franco. Pocholo participó en un programa llamado Hotel Glam y allí le rompieron una mochi..." La intérprete dice que si la conversación no está relacionada con el proyecto (aquí todo el mundo le llama a esto "el proyecto"), ya nos la traducirá en otro momento, que está ocupada.
Ya que estamos produciendo páginas a un ritmo mejor que el esperado y de buena calidad, decidimos montar otra fiesta de la cerveza. Mañana nos costará sesenta dólares.
Etiquetas:
Crónica de un escritor congelado
lunes, 26 de diciembre de 2011
Crónica de un escritor congelado II
Los primeros dos días se dedican a la aclimatación del equipo. Parece ser que es lo normal. Aclimatar un equipo en EEUU significa sacar a todos de paseo, llevarlos a comer, a cenar, a tomar cafés y cervezas y a fiestas con conciertos de banjo. Hasta el tercer día ni nos conectaron el wi-fi.
El día del wi-fi también firmamos unos papeles. Juro que una cláusula dice que los derechos de la pelicula comprenden "todos los planetas del Universo habitados por seres humaos". Me parecen unas previsiones algo sobredimensionadas. La película promete, pero no tanto. Pregunto el porqué y me dicen que eso lo ponen así por varios motivos, uno de los cuales es que si ponen solamente "en todo el mundo", "en toda la tierra" o "en todo el planeta" siempre habrá algún listo que intente buscar un resquicio en plan "señoría, mi cliente emite esta película desde una plataforma petrolífera abandonada en medio del océano que no pertenece legalmente al planeta sino que es una estructura independiente del mismo y bla, bla."
Firmo inmediatamente al comprender que estoy abriendo un boquete en la línea de flotación del derecho interplanetario, pues la abogada ha olvidado incluir los derechos sobre "todos los planetas del universo habitados por seres no humanos que además desconocen la descarga ilegal y pagan millones de dólares por una entrada de cine."
La bebida oficial hasta las seis de la tarde es el té. Hay un inglés, Simon, que introdujo el té en esta casa. Pidió té y le trajeron nueve cajas. El mundo del té es maravilloso e inabarcable. Hay té negro, té verde, té orgánico, té de naranja y así. Luego existen infinitas combinaciones de todos ellos, como el té que es a una vez verde, orgánico y de naranja. Yo eso no lo sabía.
El plan para el fin de semana era celebrar estruendosamente las fiestas, hacer excursiones a la ciudad e ir a ver los restos de un antiguo poblado indio que parece que está cerca. Luego comprendimos con estupor que si seguíamos fielmente el programa llegaríamos al martes próximo sin haber escrito ni la primera letra, ya que el lunes debe dedicarse a otras cosas que no nos han dicho. Supongo que ir al templo a rezar por el proyecto y firmar otros papeles.
Finalmente decidimos que ya que estamos aquí para escribir y nos tratan muy bien y no nos presionan, y nos llevan a conciertos de banjo, que tampoco es que nos estén explotando en una mina de diamantes sudafricana y nos traen aquí para algo, quizás sería buena idea probar a hacer nuestro trabajo, a ver qué pasa. Así que el sábado empezamos a escribir. Yo soy el primero en escoger lugar de trabajo y me decido, tras dar una vuelta por toda la casa, por el único salón (tenemos seis o siete) donde permiten fumar. Aquí trabajo a gusto y voy recibiendo las visitas de los fumadores, que todos lo son además.
He descubierto que nuestra intérprete y traductora tiene problemas con palabras como "concomitancia", "palafrenero" o "circunspección", así que mientras hablo busco mentalmente todas las que soy capaz de pronunciar. Para los momentos en que queremos evitar a la intérprete o ella se encuentra haciendo traducciones, usamos el traductor online de Google. Es una maravilla. Tú escribes en castellano: "Me piden que le de a esta escena un giro dramático, ¿alguna sugerencia, por favor?", y el traductor lo convierte en su frase equivalente en inglés: "Como me sigas mirando así te voy a partir las piernas, hijo de puta".
Unos dicen que han oído que posiblemente a partir de mañana nos pondrán un cocinero varios días a la semana. Un chef que trabaja en un restaurante que cierra en estas fechas. Así ya no tendremos que salir a comer.
Aquí atrás tenemos patos, ardillas, caballos, coyotes y otros bichos.
Etiquetas:
Crónica de un escritor congelado
sábado, 24 de diciembre de 2011
O BLUS DA NAVIDÁ.
Por Femia Castradora
Non tinhan case de nada, poderíase disir que eran humildes, moi humildes. Pero tamén eran xente cunha dinidá xigante. Trabalhaban dia e noite para levar á boca polo menos unha comida para enghanar á fame.
Ela, era unha mulher chea de amor ó seu home e a súa filha. Aínda recordaba cando quedou prenhada a aleghría que tinha cada ves que a rapasa, daba unha volta no seu interior, esa sensasión que soio unha nai pode esperimentar. Ou cando a nena estiraba un brasinho, ou unha perna, coma a súa barrigha deformábase e logho voltaba ó seu estado redondeado.
Foi unha nena que cheghou de súpeto, sen que ninghén a esperase. Á nai dixéralhe o médico do povo que non ía poder ter nunca filhos. Cando quedou en estado, foron os pais mais felises do mundo.
A nena cresía e soio vía ó seu arredor a ghrandesa dos seus pais e da naturalesa que a rodeaba. Cando súa nai fasíalhe un vestido novo, era uhna festa. Cando seu pai cheghaba da feria cun porquinho, era unha festa. Cando estreou unhas socas, ese día foi unha festa. Sua nai dixéralhe que esas socas eran porque xa iba sendo unha mosa, e unha mosa coma ela tinha que ter socas.
Non botaba de menos ninghunha das cousas que os outros rapases tinhan. Ela sentíase a mais afortunada do mundo cada ves que o sol ponhíase detrás do monte e vía o espetáculo sempre distinto das cores que fasía o sol ó non querer meterse e dar paso á noite. Ou cando unha cadela xoghaba á súa beira, ou cando súa nai cosinhaba un biscoito.
Un día, a nai deuse conta de que nunca lhe reghalara nada por reis. Bastábalhe con selebralo cunha rosca que unha vesinha reghalaba á rapasa dende que ela nasera. Un luxo para eles que o aghradesían coma se lhes houbera tocado a lotería. Pensou que non ía presisar cartos, ela ía faserlhe unha boneca.
Pedíu ó pai que lhe dera forma a unha rama das que tinhan para faser o lume na lareira. A boneca tería corpo, pernas e brasos que ela íase encarghar de xuntalos cun troso de arame do que tinhan para arreghlar o valado das ghalinhas. Con moito coidado, colheu ela a navalha e afinoulhe o pescoso. Xa tinha unha boneca. Habería que adornala. Cun troso dun refaixo velho fíxolhe un vestido que do usado que estaba o refaixo, paresía que estaba feito coa seda mais fina que poidera atopar unha raínha. Recortou do seu vestido de noiva uns lasinhos e con sera dunha vela, fixo unhas contas para que a boneca tivera un colhar e unha pulseira.
Chegou o día de Reis e cando a rapasa veu a boneca enriba da mesa botou un berro de ledisia. A nai sentíuse chea de satisfasión. Súa filha tinha despois de tantos anos unha reghalo, coma tódolos rapases que vivían no povo. Ese ano ían poder baixar á prasa coa rapasinha para que xoghase coa boneca e partisipar da aleghría cos outros rapases que alí estaban.
A nena ía felis. Cando o caminho de terra molhada foise convertindo en rúas de pedra, os berros dos rapases cos seus xoghetes novos avisáronlhe de que xa estaba na prasa. Botou unha olhada e a súa felisidá volveuse unha punhalada no corasón. MIrando ó seu arredor, víu camións de prástico brilhante, bonecas de cabelos loiros que pechaban os olhos cando se deitaban, carrinhos para levar esas bonecas e o seu mundo estalou diante das das súas narises. Nese intre, xa non era unha nena. Volvéuse de súpeto maior. Pideulhe ós seus pais voltar á casa e cando cheghou alí, meteu a boneca no baúl da roupa.
Esa xoven, logho mulher, tódolos anos por Reis, reghalaba á súa nai unha boneca das mais bonitas que atopaba e ponhíalha no salón da casa que ela mercara para os seus pais, orghulhosos de que a súa filha fora capás de cheghar ata donde cheghara.
Sendo xa velha, rodeada dos seus filhos, ensinoulhes a boneca que lhe regalaran os seus pais. Seu maior tesouro.
Apertas.
Etiquetas:
Femia Castradora,
Humor
lunes, 19 de diciembre de 2011
Crónica de un escritor congelado
Preludio. Morriña.
Salgo esta madrugada a Chicago, para formar parte de un equipo que trabajará en un guión cinematográfico para Hollywood hasta mediados de enero. Porque yo lo valgo.
Tengo la voluntad de llevar un registro de mis experiencias, una especie de diario, o eso. Comienzo así:
Me levanto temprano y aunque aún faltan catorce horas para salir de Galicia empiezo a sentir una morriña insufrible. Salgo de casa temprano, llorando, añorando mi tierra. Entro en una cafetería y pido café de pote y filloas con miel. El camarero me mira raro y me dice que no tiene ni una cosa ni la otra, que si quiero me pone un café con leche, que trae dos churros de regalo. Digo que sí.
Paso frente al santuario de la Divina Peregrina. Arrodillado ante la fachada, rezo una salve y me dispongo a cantar el himno de mi ciudad. No me sé la letra, así que intento tararearlo. No conozco la música, así que me la invento. Unos viandantes me ofrecen unos céntimos que acepto agradecido.
La gente me para por la calle desde que salió la noticia. Me preguntan si no me da pena pasar las fiestas fuera. Sí, digo, me da pena, pero trabajo es trabajo. Yo los abrazo a todos llorando mucho, les deseo felices fiestas y les pregunto si por casualidad llevan encima una filloa rellena de miel. Me miran raro. Nadie va por la calle con filloas rellenas de miel. ¿En qué nos hemos convertido?, me pregunto sin conseguir contener el llanto.
Hago las últimas compras para el viaje: lacón, grelos, arroz, chícharos, patacas novas, repolo de Betanzos e mais cebolas, sangre de cerdo, ostras, almejas, pulpo, mejillones y un cruceiro de piedra de tres metros y medio de altura.
Paso por el Concello de Pontevedra, pregunto por el alcalde, Miguel Anxo. Me dicen que está reunido. Le digo al funcionario que es muy urgente, que como representante que Miguel Anxo es de los vecinos quiero darle un abrazo antes de salir, que será como abrazar a todo el pueblo, que sólo será un momento. El funcionario me mira raro y me dice que en este momento no es posible, que el alcalde está en otras cosas. Es una pena, digo, ¿no llevará usted casualmente una filloa encima, rellena de miel?, pregunto llorando. No, no la lleva. ¿Café de pote? Tampoco. Me acerco a la Alameda y, uno a uno, abrazo a todos los carballos. Me doy cuenta de que no me he despedido del monumento a los héroes de Pontesampaio y me siento como los abertzales, que siempre entregan el Iparralde antes de empezar a negociar. Demasiado tarde. Estoy ya lejos para dar la vuelta.
Reúno a mi familia. Si algo me sucediera, les digo, sean mis cenizas vertidas sobre el río Lérez. ¿Incluso aunque te sucediera algo bueno?, preguntan. Más aún en ese caso, les digo llorando, y les pido que jamás olviden llevar encima filloas con miel. Nunca sabe uno cuándo las va a necesitar ni para qué. Eso seguro, me responden, a ver si te largas de una puñetera vez.
Me han dicho que la temperatura media en Chicago por estas fechas ronda los quince grados bajo cero, pero que este año pronostican que será el más frío desde que se llevan registros. Así, elijo título provisional para mis diarios: "Crónica de un escritor congelado".
Lágrimas caen sobre mi maleta.
Etiquetas:
Chicago,
Crónica de un escritor congelado,
Humor,
pontevedra
sábado, 17 de diciembre de 2011
FESTA DAS CASTRADORAS
Por Femia Castradora.
Coma tódolos anos, as castradoras fasemos unha sea de empresa,dighámolo asi. Onte quedamos en Vilalba e antes fixemos unha turné cultural, que non todo vai ser comer e beber.
Quedei abraiada, nunca ante vira tanto castrado ó meu arredor! Sentos de capóns por eiquí e por acolá! Que prumaxe, que porte senhorial! Veíanselhe contentos do seu estado.
Enton,veume a venada melancólica e pensei en todos os castrados, púxenme na súa pel e sentín o aghradesemento de toda esa xente: dende os castrati, que logho de cheghar ó seu novo estado foron os homes
mais admirados da época, con miles de seghidoras e seghidores, todos os rapases querían ser coma eles (coma cambiou o conto)
Acordeime tamén dos Bilhis, eses homes que chegharon á minha casa coa esperansa de triunfar ghrasias ás minhas artes e dos que xa os falei nunha ocasión. E tamén tiven un recordo para os sentos de capados
anónimos, xente que me axudou no meu ofisio e que ghrasias a eles son quen sou.
Unha bághoa percorreu a minha fasiana e foi dar, coma unha fervensa chea de sentimento ó bebedoiro dos capóns. Así pechábase o sírculo castrado- castradora e devolvía todo o que me deu esa xente. Fíxenlhe
unha foto ó cacharro para que a vírades vos tamén, é a de arriba.
Logho da ghranxa, fomos ó restaurán onde íamos sear. Comimos e bebemos ata case esplotar. Na sobremesa, unha de nós resitou unha oda ó castrado,que nos puxo os pelos de punta. Eu xa os tinha de antes,
porque non entro en calor se non me dan licor café, que non vexades o frío que fasía naquel sitio.
Tamén temos coma tradisión reghalar unha bandexinha de alpaca, que os tempos non están para tirar ós cartos, á castradora máis prolífica.
Este ano levouna Carmela a "corte limpo", eu penso que imeresidamente, xa que ela vive ó lado dun campo de fúbol de terseira rexional e alí calquera non se pon a castrar coma unha tola.
Ó final, houbo sorpresa. É que as orghanisadoras deste ano, son unhas máquinas e trouxéronnos un boi, dos que bailan en sirolas, non dos outros. Cando cheghou, fíxonos un chiste e dixo: "Polisía, quedan todas detidas, xa saben porqué". Non vexas coma empesamos a fuxir todas pola porta, pola fiestra, cara ós banhos, foi unha estampida. O boi quedou apirolado e tivo que correr detrás nosa para poder faser o seu trabalho. Unha ves que se aclarou o tema, quedamos mais tranquilas e o boi puxo música e comesou a bailar.
Menudo boi, grande coma un armario e con máis músculos dos que eu vira na minha vida! E coma rímos todas cando sacou os pantalóns de polisía arrincándoos coma se fora un truco de maxia! Qué boa idea tivo o rapás, debería ser oblighatorio para tódolos homes levalo co velcro nos laterais, iso nos aforraría ás castradoras un tempo e un esforso moi ghrande, que non vexades coma se ponhen alghúns a patalear cando lhe sacas os pantalóns
.
Fíxenme amigha do boi e saímos xuntos do restaurán. Eu estaba toda contenta, porque nunca castrei a un boi e ía ter a ocasión de faselo nese momento. Foi unha noite que non esqueserei nunca. As castradoras de Vilalba puxeron o listón moi alto, a ver qué fan as de Santiagho o ano prósimo.
Apertas.
Etiquetas:
Femia Castradora,
Humor
jueves, 15 de diciembre de 2011
La pesadilla de un arqueólogo
Hace unos días se discutía sobre la reforma de una plaza de mi pueblo. Tal como pronostiqué, la discusión quedó en nada el día que el Madrid jugó contra el Barça, probablemente mucho antes. Pero si bien ya nadie se acuerda de la plaza, el asunto tuvo un sorprendente segundo episodio.
En un blog de un pontevedrés, César Abal, contrario a la reforma de la plaza, se publicó un artículo bajo título de 'Fachadismo'. El texto iba ilustrado con varias imágenes, una de ellas la del arqueólogo municipal. César Abal, decano de los blogueros pontevedreses, lleva años ilustrando las entradas en su blog con imágenes, como hacemos todos.
Era una foto normal, de lo que viene siendo un arqueólogo. Todos hemos visto fotos de arqueólogos y sabemos que no tienen nada de malo. Pero el arqueólogo envió una carta, cordialmente amenazante, instando al bloguero a retirar la imagen bajo pena de muerte, o así, ya que había sido utilizada sin su permiso. Yo no tengo en principio vela en este entierro, pero me parece curioso que un arqueólogo municipal se preocupe de esas cosas, teniendo una ciudad que excavar, y con lo bien que excava ese hombre. Aquí, del Papa hacia abajo, todo dios ha salido en fotos que se han publicado en blogs. No era una imagen robada, de un arqueólogo en la playa, era una imagen de un arqueólogo en un acto público, posando, mirando a la cámara de frente para salir en la prensa. Es un arqueólogo guapetón, además, que en público y en privado defiende sus actuaciones con argumentos sólidos. Yo he tenido ocasión de hablar con él tres o cuatro veces y me pareció una persona cabal, de esas que no envían una carta al autor de un blog conminándolo a retirar una foto.
No veo yo qué tiene de malo poner una foto de un arqueólogo. Desde un blog se puede hacer crítica más o menos cruel, más o menos constructiva, o más o menos acertada. Se hace gratis, no se gana un céntimo con ella. Se hace desde el medio más humilde que existe, exceptuando Twitter. Y un arqueólogo municipal, como un bombero, puede obviar la crítica, puede contestarla si quiere con argumentos, pero no debe hacer esas cosas malas, que más que de arqueólogos son propias de la duquesa de Alba.
Es probable, ya que yo utilizo la misma imagen que César Abal, que reciba una carta como la suya. Si es así, la enmarcaré y la pondré encima de la tele. Por si se da ese caso, ya tengo elegida una foto para sustituir ésta.
Etiquetas:
arqueólogo,
César Abal,
pontevedra
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Las redes sociales conmigo
Uno trata de sentirse un muchacho y no quiere darse cuenta de que la realidad lo lleva por otro camino. Hasta el advenimiento de las nuevas tecnologías era posible fingir mocedad ya bien entrados los cuarenta. La pérdida de poderío físico se suplía con experiencia, como aquel Alí que ya no podía practicar sus desconcertantes bailes y seguía tumbando a sus rivales, dejando atrás las picaduras de abeja para meter tres hostias bien dadas en el momento oportuno. Foreman y Frazier lo sufrieron en sus carnes.
Hoy ya no. Hoy uno tiene que desenvolverse en las redes sociales para seguir siendo alguien. Yo lo intento. Tengo cuenta en Facebook, en Twitter y en dos o tres más, pero no termino de entender ese nuevo mundo, como los conquistadores europeos nunca terminaban de entender América y ni hoy la entienden.
Facebook, por lo que sé, es una comunidad virtual formada principalmente a aquellos que tienen gatitos. Uno entra allí y ve millones de gatitos. Cuando esos animales crecen, los matan o los abandonan, y ya no queda más remedio que ir por la calle apartando a patadas a todos esos gatos adultos que un día sirvieron para ilustrar el álbum de algún usuario de Facebook. Se compran un gatito, le hacen un montón de fotos y en cuanto mea fuera del tiesto lo abandonan: "al carajo el puto bicho". También hay otras cosas, como vídeos de gatitos y dibujos de gatitos. Hay gatitos con lazos, gatitos posando, gatitos bailando. Los gatitos acaban hartos, pensando: "a ver si me hago mayor y me echan a la puta calle, que esta gente está muy mal". Los hay que en lugar de gatitos tienen perritos, pero esos son los que no entienden el Facebook y no suelen tener más de media docena de amigos. Yo uso mi cuenta de Facebook mayormente para promocionarme, pero entiendo que a mis amigos se les hace cuesta arriba mientras no tenga gatito.
Luego está Twitter. Twitter es otra cosa. Se utiliza para poner gratis los SMS que antes se mandaban a La Noria o a Intereconomía. También es muy útil para amenazar de muerte a Cristiano Ronaldo, algo como "@Cristiano si te pasas por #Mataró te mato, hijo de puta". Twitter tiene, además, una terminología propia que yo no acabo de entender. Uno va por la calle y le dicen que Mourinho es Trending Topic mundial y no sabe si eso es bueno o malo. Cuando yo abrí mi cuenta en Twitter escribí mi nombre completo y la cosa quedó en @RodrigoCotaGonz. El González no cabía, al parecer, y me lo mutilaron.
En Twitter no hay gatitos, pero no se pueden escribir más de 140 caracteres. A los que somos de prosa más bien larga se nos queda en nada. Yo para amenazar de muerte a Cristiano necesito al menos 400 palabras, de ahí que tenga pocos 'followers', que significa 'flores' pero en inglés.
También tengo cuentas en otras: Sonico, Linkedin, Google+, pero renuncio a usarlas porque uno puede tratar de abrirse paso por la vida, pero no a codazos, salvo que se compre una docena de gatitos.
lunes, 12 de diciembre de 2011
Telmo, el hombre que se queda pero se va
Por si usted pertenece a esa inmensa mayoría de la humanidad que no vive en Pontevedra o en Sanxenxo, explicaré brevemente quién es Telmo Martín: Telmo es un industrial multimillonario que fue alcalde de Sanxenxo, abandonó el cargo para intentar serlo de Pontevedra y fracasó en sus dos intentos. Ahora ya sabe usted sobre el hombre casi tanto como yo y podemos proseguir.
Telmo, tras su último fracaso nos hizo creer que abandonaba, que haría lo que hace un digno perdedor: lamerse las heridas rodeado de su familia y dedicarse a sus empresas. Pero no lo hizo. Siempre va uno encontrando excusas: "me quedo hasta el miércoles, me quedo hasta el siguiente congreso, me quedo hasta las Generales, me quedo hasta tomar posesión de mi acta de diputado en Madrid, me quedo hasta el día 24, que mi cuñada hace un cocido, me quedo hasta el Día das Letras Galegas, me quedo hasta que empiece la siguiente temporada de Supervivientes, me quedo hasta el próximo Madrid-Barça, me quedo hasta..." Y así se va uno quedando, se va uno quedando y nunca termina de irse. Yo atribuyo esos aplazamientos a una combinación de dos circunstancias: una es que se cree imprescindible, en plan: "¿qué será de Pontevedra si yo me voy? ¡No puedo permitir que la ciudad de hunda en la ría!" La otra explicación es que simplemente no le da la gana de irse. Pues que lo diga: "¡No me da la gana, hostia!"
Ahora será diputado en Madrid, pero ni así se va. Telmo se ocupará de Pontevedra las mañanas de los lunes, mientras la ciudad está de resaca. Cuando uno dedica a su labor como jefe de la oposición las mañanas de los lunes, el tiempo suficiente para pasar de camino al aeropuerto, no parece que vaya a ser un opositor muy tenaz. Pasará por los plenos como una exhalación:
- ¿Qué fue eso? ¿Lo habéis visto?
- No sé. Igual era Telmo, que entró y salió hacia Madrid.
- ¿Pero Telmo aún vive?
- Dice la leyenda que sí, que cuando el plenilunio cae en domingo se pasea por el bosque con un candil.
- ¡Calla, que a mí esas cosas me acojonan!
- ¡Pues no haber preguntado, que nadie te mandó. Ahora te jodes!
- ¡No me grites, que es lunes!
Es lo que tiene la política, que la pueden hacer hasta los que se quedan sin estar presentes.
Etiquetas:
Humor,
pontevedra,
Telmo Martín
sábado, 10 de diciembre de 2011
Carta dende a casa de María AUSILIO!
Por Femia Castradora
Carta dende a casa de María AUSILIO!
Ola, escríbovos ista carta dende a casa deses amighos que casaron fai un mes. Eles me dixeron: "VÍDEME visitar cando queirades, queremos que á nosa casa poda ACUDIR! calquera persoa que conhesamos". XA levo oito días eiquí e NON me canso de ver as paisaxes presiosas que se ven polas fiestras. Non sei coma AGHUANTO tanta belesa xunta. Se fora MÁIS bonito quitaríame os olhos EIQUÍ mesmo, para non ver nada logho desto.
ESTA marabilha compaxínase coa boa XENTE do povo vesinho. Hai unha mulher que TENME moito apresio e di que coma lhe caigho tan ben, cóntame cousas da súa mosidade, cando estivo en Barselona cun noivo que
a quería tanto que paresía que estaba SECUESTRADA.
Ela merca peixe ó fulano que vai polo povo NA SUA furghoneta, de CASA en casa. Leva peixe fresco.
Os resén casados miran os concursos da tele E respostan ó presentador tal coma se foran eles os concursantes, pero NON, están na súa casa. Se eu non SEI a resposta cando me toca, eles axúdanme e din que son COMA o meu comodín, qué ben! VOU ter que reghalarlhes o xogho do supermartes que tenho no faiado, que está cheo de ratóns que cando subo alí, o único que fan é FUXIR.
Pásoo tan ben que NON sei coma ME vou acostumar cando volte á casa. Eles me DAN tanta aleghría e amor que me recordan o meu LICOR CAFÉ. Non boto de menos a minha casa NEN NADA. Tan SOIO tenho un reproche que faserlhes, que María Ausilio sexa tan FAN minha e me encha o bandulho de ROSQUILHAS DE ANÍS, que sabe que me ghustan moito, faimas sempre PARA POSTRE, parese unha rosquilheira das que van ás romarías E nunca se cansa, NON pensa na minha dieta, gha, gha.
Por esta casa tamen PARAN ós irmáns DE Xosé Lois, o noivo, que acaban de PONHER un neghosio de funerarias. Pasan O día e a noite pendentes dos seus clientes e pensan tanto neles e nas súas familias que hasta ghraban en DVD o enterro para que tenhan un recordo do finado ou DA finada. A SUA intensión é boa, non cobran o servisio aparte, senón que vai incluido no presuposto e así non tenhen porqué renunsiar a ese recordo, coma nunha VODA.
María AUSILIO está pendente de mín e non me deixa soia nunca, dí que É o meu anxo da guarda, coma se UNHA fora unha nena. Agradésolho moito, aghora mesmo estame axudando a escreber esta carta, que senón sería unha tarefa bastante PESADA, xa sabedes o que eu tardo con istas cousas.
A casa está perto da vía do tren e cando PASA, lémbrame AS horas das manháns, das TARDES e das madrughadas. É importante ter algho que che recorde que o tempo pasa, antes de que o alséimer pase pola cabesa LIMPANDO OS recordos coma se foran os BANHOS DA CASA.
QUERE que sexamos amighas das QUE son para sempre e EU estou de acordo con ela. Nunca LHE agrahradeserei o que está a faser por mín. Mesmo se alghún día presisa que lhe AXUDE, acudirei con prestesa. VAI ser unha amisade AVIADA, das que serven para todo.
O SEU HOME ofreseuse a arranxar o meu coche, que non ANDA, e eu estou eiquí coméndolhe A comida e vivindo na sua casa sen ser de axuda. Voulhe dar unha sorpresa e vou montar MONTAR tona con sucre, para merendar UNHA tarde. Poreilha na ESTANTERIA DO IKEA así coma de reghalo, PERO se NON se decatan DA gholosina, voulhes ter que COA batidora faser un pouco de ruido. Qué ghran IDEA! Emosionaranse E Xosé Lois VAISE VOLVER TOLO, que xa sei o moito que lhe ghusta a tona batida. É posíbel que a COMA a culleradas, ISTO ó melhor failhe dano ó estómagho e terei que impedir que SIGHA coméndoa. ASÍ VAI ver que son unha boa amigha, que ser non é o mesmo que estar, non sei se vedes a diferensia: SER UNHA amigha é para sempre e en verán levarlhe unha SANGHRÍA ben fresca, VOU ser das que non dubidan en SACAR folghos para axudar A quen fagha falta
Mesmo se se quedan sen brandi VINGHADOR na metade da noite E NON tenhen coma ir a buscalo, eu VOU sen PARAR ATA QUE o atope, que ESTOS DOUS o meresen. Íamos ser PARVOS se non o reconheséraamos. Que me SAQUEN O corasón do peito se non vou na axuda destes deuses, que para mín son coma o LICOR CAFÉ, coma a feira DO MOBLE da Estrada, coma o BAR TAN CHULO que fixeron na casa do cura!
Para os seus pais son coma os pandas que QUE LHES REGHALARON OS chineses ó soo de Madrí. O seu tesouro. Non hai CURMÁNS nin xenros, nen avós, nen naide que mire tanto POLO ben da súa familia que istes dous. O día do SEU CASAMENTO choraron as volvoretas e mais as vacalouras. NON hai persoas tan comprensivas, aínda que TARDEDES se ides a comer á súa casa, ESTOU seghura de que CASE non porán mala cara. Eiquí estou NO MEU paraíso particular, sen LÍMITE nen aghobios.
Apertas.
Etiquetas:
Femia Castradora,
Humor
jueves, 8 de diciembre de 2011
La mecedora azul de Xisca Albis
Ayer se presentó en Mallorca la novela de Xisca Albis, 'La Mecedora Azul'. A mí me menciona Xisca en la dedicatoria, y me dejó escribir el texto de la contraportada. Y yo soy muy feliz.
'La Mecedora Azul' es ante todo una pieza de artesanía en la que cada palabra, cada letra, cada coma, es fruto de una reflexión de autor, o de autora en este caso. Ya no quedan casi novelistas como Xisca Albis, que se ponen a escribir para hacerlo rematadamente bien y crear una pieza en la que el relato, bestial en todos los sentidos, se pone al servicio del lector, que acaba interactuando con los personajes, sintiendo como ellos, hablando con ellos y llorando o riendo entre ellos, que de todo hay en esta obra. Yo leí 'La Mecedora Azul' y me enamoré de la obra, de la autora capaz de pintar semejante montaña rusa de vivencias y de emociones. Y sigo enamorado también de todos y cada uno de los personajes, tan bien definidos que parece que en cualquier instante van a saltar de las páginas del libro para hacerse carne y contarte su vida bajo el sol en una cala de su isla.
Si hay algo que uno debe hacer al menos una vez en la vida es enfrentarse a una obra como 'La Mecedora Azul' y dejarse llevar por un ciclón de sensaciones en la que personas desgarradas por su propia existencia dan saltos hacia delante y hacia atrás con la única intención de buscar dignamente lo más grande que puede conseguir alguien: tener una vida que vivir e intentar vivirla.
Ahí va mi contribución, el texto de la contraportada, a todas luces indigno de la obra que lleva delante:
La Mecedora Azul es una conmovedora novela que nos habla de los sentimientos y las dependencias físicas y emocionales que todos experimentamos. Es también un revelador canto a la redención y a la esperanza. Un excitante relato costumbrista y psicológico que nos pasea por la Mallorca del siglo XX a través de las vivencias de varias generaciones de una singular familia que siente con intensidad sus dramas y sus alegrías.
Como en la vida, cada personaje de esta novela forma un universo independiente que de manera voluntaria o accidental se ve involucrado por los actos de aquellos que lo rodean. Y como en la vida, el sentimiento de culpa, la soledad, la incomprensión, la falta de comunicación, los complejos, se entremezclan con la felicidad, el amor, la amistad, los recuerdos agradables...
La autora, Xisca Albis, nos ofrece en esta obra un vertiginoso viaje al interior de la mente humana y al mismo tiempo nos traslada a una Historia reciente, la de la posguerra española, que tiene mucho que ver con cada uno de nosotros.
La Mecedora Azul presenta una narración ágil e íntima a la vez, con un depurado estilo que te llevará a vivir mientras lees. Una novela que no olvidarás jamás.
Etiquetas:
Escritores.,
La Mecedora Azul,
Mallorca,
Novela,
Xisca Albis
lunes, 5 de diciembre de 2011
La reforma
Hay cierta polémica en mi pueblo sobre la remodelación de una plaza. Aquí discutimos mucho sobre remodelaciones de plazas porque tenemos muchas y de un tiempo a esta parte las remodelamos. Las discusiones suelen durar unas semanas, normalmente hasta que remodelamos la siguiente plaza y nos da para cambiar de tema, o de plaza. La última que remodelamos se llama Campillo de Santa María.
Los detractores de la intervención se dividen en dos grupos: el primero es el de los nostálgicos, quienes creen que el Campillo nunca se debió cambiar porque ellos jugaban allí al trompo cuando eran niños, argumento más bien ligero, en mi opinión, entre otras cosas porque los niños ya no juegan al trompo desde que descubrieron que es más divertido y útil emborracharse con alcohol comprado ilegalmente en un 24 horas regentado por un chino sin escrúpulos.
El segundo grupo sostiene sin más que el Campillo estaba bien como estaba y punto. Tampoco estoy muy de acuerdo con ese tradicionalismo acérrimo. Imagino que si hubieran tenido la edad que tienen hoy en las diferentes reformas que ha sufrido la plaza desde el siglo XV, hubiesen pensado lo mismo, que estaba bien como estaba antes. Tendríamos así una plaza llena de caca de caballo y estaríamos acojonados viendo venir las piedras que arrojaría Pedro Madruga desde sus catapultas cada vez que viniera a conquistar la villa.
Lo que yo creo es que la plaza ha quedado medio bien: se ha recuperado parte de la muralla medieval y la vista que tenía la basílica de Santa María. También pienso que ha quedado medio mal. Es una intervención en la que prima el proyecto arqueológico y es sabido que si a un arqueólogo no le pones freno, se crece. Un arqueólogo encuentra un palo medieval y lo musealiza: "¡Hostias, un palo. Este palo hay que musealizarlo ya mismo!" Le crea un entorno, lo ilumina, le pone un paseo alrededor y una barandilla para que la gente admire el palo. Si el presupuesto alcanza, instala un panel explicando el significado del palo: "Palo, ca. 1487. Probablemente perteneció a algún artesano de la villa. Palos como éste eran frecuentemente utilizados por miembros del gremio de canteros de Pontevedra para azotar a sus bueyes y a sus mujeres".
De todas formas, quien da y quita razones en estos temas es el tiempo, y no hace falta esperar demasiado. Las plazas, una vez reformadas, vuelven a llenarse de vecinos y turistas que son los que dan el visto bueno con su simple presencia y al cabo de dos semanas a la mayoría de la gente le importa un huevo cómo era la plaza anteriormente. Las ciudades y sus plazas están para eso, para cambiarse, y la opinión de unos cuantos carece de cualquier relevancia. Otra cosa sería si el pueblo entero se hubiese alzado en rebeldía contra la reforma, pero eso no ha sucedido, bien porque a la mayoría le gusta cómo ha quedado, bien porque le da lo mismo, bien porque estamos demasiado ocupados tomando cañas en las terrazas de nuestras otras plazas remodeladas. Yo, por ejemplo, experimento una combinación de las tres situaciones descritas.
Etiquetas:
Campillo de Santa María,
Humor,
pontevedra
sábado, 3 de diciembre de 2011
TI QUE DIS, OU?
Por Femia Castradora
Ás veses non falo. Non por nada, soio que hai veses que non tenho nada que disir. Penso que é unha boa maneira de estar con xente da que podes aprender, sempre que antes saibas a quen vas a escoitar, porque se os que falan falan por falar, entón perdiches o tempo.
Se che pasa iso, pode ser que a xente che mire mal, coma se foras un asosial, ou que cando faghan unha festa non se acorden de ti. Se non che importa, ben. Pero se eres unha persoa das que nesesitan o reconhesemento dos seus conxéneres coa tua verborrea abraiante e non sabes coma vas faser para loghralo, tes que botar man de refráns, frases feitas e demais, que é algho que sempre funsiona, e coma acostuman ser verdades coma templos, ninghén vai disir que eres parvo, que non sabes o que falas.
Imos ver e profundisar (non moito, a verdá) nelas:
- "Amighinhos si, pero a vaquinha polo que vale": ghran verdade, pero podes quedar coma un ronhoso. A xente que che oe desir iso, non che vai pedir nada, xa perdiches a confiansa do auditorio. Daste conta dese inconvinte nada mais terminar de desila e ver a cara dos que tes ó lado.
* Cando usala? Cando estás nunha reunión e ves que os que tes ó redor fanse o despistado cando o camareiro trae a conta.
- "Augha que non vas beber, déixaa correr". Era verdá antes do cambio climático. Aghora non podes deixar a bilha aberta nin para que se quente a augha da ducha. Tes que faser o minuto heróico coma os do Opus, aínda que a motivasión é distinta, os dous acabaredes cunha pel tersa e suave , ademais das vantaxes que supón a augha fría na sirculasión sanghuínea.
* Cando usala?. Mais ben cando non usala: en sirculos de xente consiensiada coa ecoloxía e o medio ambiente.
- "Para quen non quere tenho eu moito". Aí, indinado e con retintín! Que ninghén pense que deixas pasar as cousas ou que che molesta a neghativa de alghén. Para qué o nesesitas? Pior para el. Vamos home, érache o que faltaba!
*Cando usala?: cando invitas a uns amighos a sear na casa e póste a faser pratos de alta cosinha. Hai xente que non entende que non foras capas de atopar nitróxeno líquido. Desaghradesidos ó fin e ó cabo.
- "O Sil leva a augha e o Minho a fama". Con este vas quedar coma unha raínha ou un rei, dependendo de quen o digha. A ver que vai ser iso, a cada quen o que lhe corresponde, que isto non é unha telenovela chea de inxustisas.
*Cando usala? Queda moi ben cando vaias de escursión polas beiras do Sil. Tes que mover a cabesa dun lado a outro e soltala. Non debes disir nada mais. Haberá un silensio e deixarás a todos coa boca aberta.
-"A chorar a Canghas!". Os de Canghas xa están fartos de tanta choromiqueira e van tomar medidas. Van faser un choródromo, coma o botelhódromo de Pontevedra, que hai vesinhos que non poden durmir con tanto hipo e limpar os mocos. Tamén os hai sensibles que pasan o día chorando en soliedaridade cos que van alí a chorar, e os pobres non ghanan en disghustos alheos.
* Cando usala? Cando queiras, que os de Canghas xa están acostumados e o levan cada ves melhor.
Apertas.
Etiquetas:
Femia Castradora,
Humor
Suscribirse a:
Entradas (Atom)