martes, 7 de mayo de 2013

LOS ABUSOS DE LA LENGUA GALLEGA





Por Manuel Pérez Lourido

El gallego es un idioma muy bonito que se habla en Galicia. Cada vez menos, eso sí. Es un idioma antiguo que inventaron los habitantes de aquí para jorobar a los habitantes de Castilla cuando estos los conquistasen y se viesen en la necesidad de obligarles a hablar otro idioma, el castellano, que es una lengua mucho más preparada para la vida moderna. También se inventó el gallego para fastidiar a los miembros y miembras de Galicia Bilingüe que luchan por evitar la imposición del gallego en Galicia. Porque el gallego es, de nacimiento, un idioma del estilo del eucalipto si hablamos de árboles: muy prepotente y abusón y que tiende a dar collejas al castellano en la nuca y a imponérsele. A pesar de que la Constitución vigente dice que las dos lenguas deben ir de la mano a todos lados, incluso a mear. Pero el gallego, a pesar de hablarse poco y mal, o tal vez por eso, siempre anda abusando del castellano. Abusa de él por la mañana, por la tarde y por la noche. La injusticia es tal que tuvieron que surgir entidades altruistas y sin interés político alguno como la citada Galicia Bilingüe, que ya el nombre lo dice todo: su equidad, su longanimidad, su donosura o donaire, no sé explicarlo muy bien por culpa del gallego que se me ha impuesto a mi también. A mi me impusieron el gallego, en la frente, como si fuese el carisma de la confirmación católica, cuando ya había acabado el bachillerato e intentaba engañar al mundo estudiando un poco más. Hasta entonces no había tenido que estudiar gallego, pero fue cumplir los 18 y allá va la libertad toda y venga imposición y venga a estudiar gallego.
Por si fuera poco, además hay todo un canal de televisión en lengua gallega: en Galicia, que si fuese fuera, para aprenderlo, tendría sentido, pero aquí, que ya no hablamos gallego ¿qué sentido tiene insistir?. Y luego los políticos venga a aprender gallego a marchas forzadas para hablarlo delante de la prensa, para luego renegar de el en la intimidad. Sólo el gran Aznar reconoció que lo hacía al revés con el catalán: renegaba de él en público (esto no lo dijo, pero se le notaba) y luego lo hablaba en la intimidad. Es decir, hablaba catalán pero en B, sin pasar por los cauces oficiales. Aznar fue un gobernante desaprovechado, diga lo que se diga. Se le juzgó mal por su manía de meternos en guerras a las que no queríamos ir pero nunca dio la medida de sus posibilidades. Pero estábamos hablando del gallego, ese idioma que en vez de un idioma parece un tonto degenerado: siempre abusando de otras lenguas. Una lengua montaraz que no merece ser hablada ni por señas. Una lengua de labriegos y labriegas, y además llorones, que ahí está Rosalía de Llanto, la poetisa gallega por excelencia. En cambio, en lengua castellana no hay comparación, qué me dicen de Gloria Fuertes, eh. Le da un sopapo a Rosalía y la pone en órbita. Ya el apellido está ahí por algo. Está claro que el idioma gallego no debió pasar nunca de dialecto, si es que pasó alguna vez, que habría que investigar, que puede ser todo una sinvergonzonería de Risco, Castelao, Méndez Ferrín y compañía. He puesto sólo algunos así, al chou, pero son muchos los juntaletras gallegos que se creen muy listos escribiendo ese dialecto y haciendo ver que son escritores. Cuando, si se quiere escribir bien, hay que escribir en inglés. Los grandes escritores, como Shakespeare, escribían en inglés, y eso no puede ser casualidad. Cervantes, otro gran escritor, escribía en castellano, y eso tampoco puede ser casualidad. Gloria Fuertes, otro tanto. Pérez Reverte, qué decir.
He querido dejarles aquí estas reflexiones sobre la (supuesta) lengua gallega para animarles a que escriban todos en castellano, como hago yo, y así contribuyan a la liberación este idioma tan oprimido en lugares como Galicia, donde se le persigue con saña, nocturnidad y alevosía. Llegará el día en que en territorios como el gallego, podremos hablar y escribir en castellano libremente, algo que hasta en dictaduras comunistas como la cubana está permitido hacer. Nuestra lucha es tu victoria: libertad para el idioma español.  











2 comentarios:

  1. Ese es el problema de algunos, el pensar en las lenguas como si fueran sujetos, cuando en realidad somos los sujetos quienes tenemos lengua y hacemos lo que queremos con ella, algo equiparable la opción sexual vamos.
    Pero vamos que da igual, a este paso vamos a terminar hablando todos en inglés.

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  2. Quizas el problema no sea el Gallego, como lengua, en si mismo, sino la sempiterna actitud de gobernantes y fundamentalistas en imponer, algo a lo que la natural resistencia del ser humano rechaza. Es la libertad de elegir lo que hace grande una lengua. El gallego, como otros idiomas de España, destacaría si se hablara desde ese concepto y por tradición, con orgullo de idioma propio, y no hubiese esa lucha de academicistas, que quieren imponernos unas reglas, cuando tenian que recoger del pueblo los términos y los modos y usos del idioma.
    Desde fuera de Galicia da sonrrojo oir hablar a los politicos en un gallego castellanizado o un castellano galaico, nunca se cual adjetivo emplear, pero lo que es peor son los periodistas y presentadores de la Tv de Galicia, una vergüenza, hablan como si tuvieran que pedir disculpas por hablarlo, como con miedo, el sintoma mas claro es la inseguridad.

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