Hay gente que lleva alarmándonos tanto tiempo con eso de que
España se rompe que como al final no se rompa algunos van a quedar mal. Aunque no desean
que España se rompa, lo necesitan para tener razón. Al hilo de este asunto,
puedo referir el caso del físico Conrado Salas. Conrado es el mayor defensor en
España de la teoría de los reptilianos, según la cual el mundo está gobernado
por reptiles. En cuanto al fondo de la cuestión, todos sabemos que, en efecto,
el mundo está gobernado por reptiles, pero Conrado sostiene que son reptiles de
verdad que adoptan forma humana, como los lagartos de V. Según eso, todos los
reyes y presidentes pertenecen a una estirpe de lagartos inteligentes, instalados
en nuestro planeta desde siempre y que utilizan a los humanos para
esclavizarlos. Para conocer más sobre el asunto, quien esté interesado o
interesada podrá buscar “reptilianos” en Google. Hay millones de páginas y
vídeos.
Un día llamé a Conrado para hacerle un reportaje. Lo primero
que le pregunté, en vista de que él sostiene que la familia real española es
reptiliana como todas las demás, y dado que mis conocimientos sobre lagartos
son básicos pero certeros, le pregunté, decía, si el entonces príncipe y hoy
rey, don Felipe VI de Borbón y Grecia, había nacido de un huevo depositado por
su madre, la majestuosa reina doña Sofía Margarita Victoria Federica de Grecia
y Dinamarca. La pregunta me parecía necesaria, pues si un defensor de la teoría
reptiliana no puede empezar por explicar eso, difícilmente podrá explicar todo
lo demás. El reportaje no salió adelante. Conrado Salas se enfadó mucho, me
dijo a gritos que yo era un idiota y un ignorante, algo en lo que coincide
media Pontevedra empezando por mi señora, añadió que toda la prensa está
vendida y que la democracia es una farsa e interrumpió abruptamente la
conversación. Me colgó el teléfono, no sé por qué, si estábamos de acuerdo en
todo.
No pude hacerle la segunda pregunta: qué pensaba hacer él si
un día los reptilianos se deciden a salir de sus disfraces de humanos y comernos
a todos. Yo creo, y con esto volvemos al principio, que Conrado no desea que
eso suceda, pero mientras no suceda todos seguirán creyendo que está loco y que
los destinos del planeta no están regidos por lagartos malos sino por personas
malas, lo que a fin de cuentas no marca tanta diferencia. La cuestión es:
¿Tiene Conrado un plan para actuar ante esa eventualidad? La comparación es
pertinente. Imaginemos que España se rompe. Eso dejaría en buen lugar a los que
llevan toda la vida anunciándolo y que quedan mal mientras su previsión no se
cumple. Pero una vez cargados de razón, ¿qué harán? Si Catalunya declara su
independencia y rompe Espanya, ¿cómo lucharán contra ello?
Yo tengo un dilema parecido. Llevo seis meses anunciando que
la Marea de Pontevedra se rompe. Que salta por los aires de un momento a otro,
algo que en virtud del tiempo transcurrido empiezo a temer que no ocurrirá
jamás. Pero tengo un plan, tanto para si eso sucede como para si no sucede. Si
la Marea salta por los aires, publicaré que eso ya lo venía yo anunciando desde
hacía meses; si no salta por los aires haré como siempre, que es pasar del tema.
Total, para mi fortuna lo que yo publico cada domingo ya está olvidado al
domingo siguiente.
Pero los agoreros de la ruptura necesitan un plan, como
Conrado. Igual lo tienen pero no lo dicen. ¿Meterán en la cárcel a todos los
diputados independentistas de Junts pel Sí, con Artur Mas y Oriol Junqueras a
la cabeza? ¿Llenarán Catalunya de tanques? ¿Registrarán las sedes de
Convergencia? Algo deberían estar pensando por si se da la circunstancia de que
Espanya se rompa. Lo que parece claro es que lo temen tanto como lo desean,
pues mientras los otros hacen campaña por el sí, ellos la hacen por el no, en
reconocimiento explícito de que lo que realmente se decide en Catalunya es la
ruptura de Espanya o su no ruptura.
De momento el PP se ha puesto a la cabeza de la unidad de
Espanya abriendo dos frentes tan contradictorios como complementarios. Uno lo lideran
Pablo Casado y Andrea Levy, que actúan como monologuistas del Club de la
Comedia. Hacen una afirmación en tono amable y luego se quedan unos segundos
callados, mirando a cámara sonrientes y asintiendo con la cabeza, como
diciendo: “¿Veis como tengo razón?”. Luego tienen a Albiol, el candidato, quien
propone expulsar de Catalunya a los inmigrantes y a los catalanes, lo que la
dejaría Espanyola para siempre jamás. La idea es formidable, pero igual no lo
vota todo el mundo.
Siguiendo la tesis de Conrado, da exactamente igual que
Espanya se rompa o que no lo haga, pues en uno u otro caso el producto
resultante estará igualmente gobernado por lagartos, que es lo que en buena
lógica debiera preocuparnos y no la división territorial. Si en lugar de
preocuparnos por Espanya nos dedicáramos a luchar contra los reptilianos, como
hace Conrado, mucho mejor nos iría, a nosotros y a Conrado.
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