viernes, 15 de enero de 2010
Ladrones en Pontevedra. 1842.
Casi por casualidad encontré un periódico de 1842, llamado "Fray Gerundio, Boletín de Noticias". Un tomo en el que se reúnen todos los números que van del 5 de enero al 30 de junio de aquel año. Contiene un total de 9 noticias referidas a Pontevedra, la mayoría de poca relevancia: movimientos de tropas, pagos de impuestos y cosas de esas. Pero entre ellas hay unas pocas destacables.
El día 11 de marzo de 1842, por ejemplo, se publican dos noticias que puede que guarden relación entre sí. Así comienza la primera:
"Nuestro corresponsal de Pontevedra nos dice con fecha 5 del corriente lo que sigue:
Hace ocho días que seis ladrones robaron una casa de un labrador honrado, distante de esta capital media legua (...)"
Ya podemos extraer una primera conclusión: el corresponsal cree, o sabe, que hay labradores que no son honrados, pues de otra manera la distinción sería innecesaria.
"(...) no contentos con dicho robo, dieron muerte al dueño de la citada casa y de puñaladas a la hija única que se hallaba en ella (...)"
Además de ladrones, asesinos. El labrador honrado perdió el producto robado y la vida. El corresponsal de "Fray Gerundio" aun así, pone el asesinato en segundo término, y en tercero el apuñalamiento de la hija única. Y continúa:
"(...) y por último prendieron fuego a toda la casa, en donde ardieron todo el ganado vacuno y lanar que se hallaba en ella."
Ladrones, asesinos y pirómanos. Y así sabemos de paso que el ganado arde, sea vacuno, sea lanar. No era muy segura nuestra Pontevedra en 1842. La noticia inmediatamente posterior, publicada el mismo día es la que sigue:
"Hace tres días apareció a un cuarto de legua de esta capital una partida de ladrones en número de doce armados. Salieron en su persecución los nacionales de esta capital fugindose aquellos a los montes y no han podido ser hallados."
Si bien, como decíamos, las noticias pueden no tener nada que ver una con otra, no podemos descartar que el primer grupo de seis ladrones que robó al labrador honrado, luego lo asesinó, apuñaló a su hija prendiendo después fuego a la casa y al ganado, perteneciera al mismo grupo de doce que luego huyó a los montes. De otra manera, tendríamos a dos grupos de ladrones operando en las mismas fechas en nuestra ciudad, sumando entre ambos un total de dieciocho bandoleros.
Otra noticia debemos reflejar, aunque por suerte no tiene el carácter peligroso de las anteriores. Un par de meses después, concretamente el 26 de mayo, siempre del año 1842, el jefe político interino de Pontevedra, señor Juan Falomir:
" (...) vestido de uniforme de comandante de la milicia nacional ha presidido la procesión del Corpus cubierto con un paraguas."
También podía haberse dedicado a perseguir a los ladrones, podríamos pensar, pero tan demagógico argumento no quitará peso a la parte sustancial de la noticia, y es que nuestro jefe político interino presidió la procesión cubierto con un paraguas. Una cosa podemos asegurar: el 26 de mayo de 1842, doce ladrones se mojaron en los montes que rodeaban Pontevedra, pues aquel día llovió.
Aquí, el tomo entero de "Fray Gerundio, Boletín de Noticias"
Etiquetas:
historia,
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pontevedra
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