Propuesta editorial.

De: Andrés Silva andresilva@yahoo.com
Para: proyectos@plazayjanes.com
Asunto: Propuesta editorial.

Estimados señores:

En archivo adjunto envío mi novela "Don Jaime y las lluvias".

La obra comienza narrando las vivencias de los Fernández, una familia japonesa cuyo padre, Juan -a quienes todos se refieren como papá- decide un buen día trasladarse a vivir a la cúspide de una montaña inaccesible. El relato se interrumpe abruptamente cuando todos los miembros de la familia Fernández mueren junto al resto de la población japonesa, afectada por un inesperado ataque de asma cuyas causas se desconocen.

La acción se traslada entonces a la Edad Media. En un pueblo bávaro, un apuesto ganadero trata de sacar adelante a su rebaño, compuesto por una sola cabeza (la cabra Luisa García) entre la hostilidad de sus vecinos, que no ven con buenos ojos la cría de animales, ya que todos ellos pertenecen al gremio de artistas del vodevil. Acusado de hereje, nuestro protagonista, llamado Manolo Caracol descubre en prisión que la cabra, lejos de ser un animal, es en realidad su tía Adolfa. Manolo es perdonado a las puertas del patíbulo, pero escarmentado por la experiencia decide abandonar para siempre el pueblo.

No obstante, regresa a los dos días y es recibido con grandes honores. Antes de caer en coma, manifiesta a sus amigos su deseo de viajar a Júpiter. Los vecinos, arrepentidos de su anterior actitud, construyen una nave espacial.

Cuando despierta de su letargo, el protagonista aclara que en realidad no quería ir al planeta Júpiter, sino a un bar del mismo nombre que se encuentra justo a la vuelta de la esquina y donde ha oído decir que venden la mejor heroína de toda Bavaria, o Baviera, o Babieca, como se llame. Escandalizados, los habitantes del pueblo, capitaneados por el malvado chamán, deciden expulsar a Manolo, y celebran el acuerdo acariciándose unos a otros mientras alternan risas jocosas y llantos desgarradores.

Manolo, ahora sí, abandona el pueblo cantando una melancólica canción que habla de la nostalgia y de la selección alemana de hockey y cuya partitura ocupa las siguientes 147 páginas de la obra. La pieza, titulada "Reflexiones sobre la crisis identitaria del abedul" comienza así: "Adoro el membrillo, aunque prefiero el pescao (sobre todo en salazón)", y se canta sobre un frenético ritmo afro-oceánico, pero en francés.

Así, llega hasta una Barcelona asolada por la peste, cuyos habitantes matan el tiempo mascando, blandiendo y cavilando. Decepcionado, el protagonista, que ahora se llama Camila Parker y es una veleidosa muchacha cántabra que vive en el futuro (año 3786) encuentra finalmente el amor de su vida en la persona de un maduro arquitecto que ha descubierto cómo se construyeron las pirámides de Egipto: con gorilas amaestrados.

La pareja se rompe cuando él comprende que Camila no puede tener hijos. En realidad ella sí tiene varios hijos, pero los va olvidando por ahí porque es despistada. Camila la Despistá, la llaman todos y hornean bizcochos para burlarse de ella.

Pasan los años y Camila, sola y abandonada, vaga por las calles. Ella es una de las famosas artistas que bailan para Hitler, pero su reciente conversión al judaísmo la lleva a dejar esa gratificante actividad. Berlín es un infierno y la baiarina judía se encuentra desorientada. Todas las tiendas de pan ázimo han cerrado hace años y ella sobrevive a base de deliciosos manjares que encuentra por los mejores restaurantes, hospedándose de cualquier manera en hoteles de lujo y abrigándose con pieles que se ve obligada a comprar en las más selectas boutiques de Europa.

Acabada la guerra, recibe una condecoración y fallece, momento en que finaliza la obra.


Espero que el proyecto sea de su interés. Yo he dedicado mi vida a escribirla. Comencé a los 17 años y ahora tengo 114. Como podrán ver, la obra completa ocupa un total de 1.114.719 páginas y creo que puede llegar a ser el nuevo Don Quijote.

Un saludo.

Andrés Silva (Paquita de Madagascar)