Tu puñetera mascota y tú

Por  Jano/Cota

Hay algo, en algún momento de nuestro proceso de evolución como especie, que salió mal.  Pasamos de ser homínidos que luchaban en pie de igualdad con un mamut y que escapaban aterrados de un tigre dientes de sable a ser los mejores del planeta, los más listos y evolucionados. Y cuando por fin conseguimos ser la especie dominante nos convertimos en esclavos de nuestras mascotas, esos seres inferiores.

El mismo ingeniero que diseña naves que exploran Marte, va por la calle recogiendo cacas de perro. Lo lógico sería que ese señor tan inteligente enseñara al animal a recoger sus propios excrementos, meterlos en una bolsa y tirarlos a la papelera. He visto a perros haciendo cosas mucho más difíciles que recoger un excremento. Conozco a gente que no se puede ir de vacaciones porque no tiene con quién dejar a su periquito. El puñetero periquito tampoco puede salir de su jaula porque tiene un dueño. Ni el dueño ni el periquito salen ganando. Ambos convierten su vida en un encierro, con la salvedad de que es el humano quien eligió esa situación. Nadie preguntó al periquito si quería pasar el resto de su vida encerrado en esa jaula.

Hacemos cosas por nuestras mascotas que no haríamos por nuestra madre, ni por nuestra abuela.  Haz la prueba: llama a tu padre, por ejemplo, y pídele que te acompañe a dar una vuelta. A mitad del paseo, bájate los pantalones y deposita una caca en la calle. Pídele a tu padre que recoja esa caca. Se negará en redondo. Sin embargo, hará eso encantado dos veces al día por su perro.

Lo lógico sería lo contrario. Que nuestras mascotas recogieran nuestros excrementos, y no al revés. Las acoges, incluso a veces pagas una fortuna por ellas, las alimentas, las lavas, las vacunas, las sacas a pasear y recoges sus cacas. ¿Quién es la mascota en esa relación? ¿Ni siquiera pueden a cambio recoger tus cacas? No, lo único que hacen por ti es llenarte la cara de babas. Eres el esclavo de un animal. Piénsalo. Y, lo que es peor, el animal ese no te ha obligado a ser su esclavo. Tú lo has querido, y vas por la calle todo contento recogiendo cacas.

Solamente tiene sentido criar a un animal si luego te lo vas a comer. Pero ponerte 24  horas al día a disposición de un bicho que a cambio sólo hace caca para que tú la recojas no tiene ningún sentido. Es absurdo. Un buen día te levantas y piensas: "voy a comprarme un animal al que poder recogerle las cacas por la calle".  Y te sientes feliz haciéndolo.

El mejor grupo de rock que ha dado mi ciudad cantaba una canción: "Si quieres un amigo, cómprate un perro". En ese caso, vale. No tienes amigos, sufres una carencia afectiva y la suples comprando alguien a quien querer, pero en tu caso, ¿no tienes a nadie?

Puedes escuchar "Charly", de Santabárbara ¿de verdad quieres ser como ellos? Reflexiona, alma cándida.